LISANNE DA VIDA A LA GUITARRA Y AL PIANO
Redactado por: Diana Ruiz
Hace apenas dos años, el Colegio
Fiscomisional “San Francisco” abrió sus puertas a estudiantes mujeres. Hoy,
entre las adolescentes destacadas, está Lisanne Pabón: tiene 15 años y cursa el
primer año de bachillerato. Pero lo que la distingue, es su habilidad para
entonar dos instrumentos musicales: la guitarra y el piano.
A continuación, será ella misma quien dé
a conocer sus emociones y sentimientos cuando la música se vuelve parte
importante de la vida…
¿Cómo nació el gusto por
los dos instrumentos que entonas?
Hace unos tres años que me comenzó a
gustar la guitarra y el piano porque son instrumentos que yo toco y es como que
me voy a otro mundo, y me gusta mucho.
Mis tíos también tocan, entonces me
incentivaron a que yo toque.
¿Qué sientes cuando
entonas estos instrumentos?
Cuando estoy con iras, toco y como que
me desestresa un poco.
¿Qué tipo de música te
gusta?
Me gusta la clásica, cuando es piano,
así como Beethoven; y cuando es guitarra, me gusta el pop o música de rock
clásico.
¿Y cuál es la canción que
más te gusta interpretar?
En la guitarra, creo que es “Mi historia
entre tus dedos”. En el piano, me gusta tocar “Para Elisa” de Beethoven.
¿Por qué te gustan estos
temas?
Me gustan sus notas, me gustan sus
letras y me hacen sentir muy bien tocando esas canciones.
Aparte de la guitarra y el
piano, ¿hay algún otro instrumento que te llame la atención?
Me llama la atención el saxofón. No
puedo, pero me gustaría aprender a tocar.
¿Qué mensaje podrías dar a
nuestras lectoras sobre la música?
Yo pienso que todos deben seguir música,
sea canto, sea guitarra o cualquier cosa. Si eres bueno para la música, eres
bueno para otras cosas, porque se desarrollan los sentidos, te ayuda a ser una
mejor persona.
Es lógico: cada respuesta suya se
acompañaba de una sonrisa pues habló de lo que más le gusta. Y aunque ya era
hora de volver a la clase de Religión, de seguro Lisanne mantuvo esa sonrisa
mientras avanzaba por la cancha hasta llegar a su aula, pensando en aquellas
notas que tienen vida gracias a sus manos.
Pies de foto:
Lisanne dejó por unos minutos su clase para
conversar sobre la música y verla en acción junto a su fiel compañera, la
guitarra. / Equipo Fotográfico
Ante el piano y al tener la guitarra entre sus
brazos, es posible adivinar la sensación que le producen las notas musicales:
irse a otro mundo, uno más maravilloso. / Equipo Fotográfico
ANDREA LE
APUESTA A LA CIENCIA
Redactado por: Karen Guerrero
Andrea Valenzuela nació en Ibarra, un 11
de julio de 1996; a sus 18 años, vive la vida al máximo, disfruta de cada
minuto porque no tiene tiempo para desperdiciarla. Su madre es ama de casa, su
padre trabaja como conductor de un taxi y tiene una lavadora de autos.
Inició la primaria en la escuela
“Oviedo”, donde permaneció de primer a tercer grado. Pronto tuvo que
trasladarse a la ciudad de Quito, y se incorporó a la Unidad Educativa “La
Inmaculada Concepción”, asistiendo al cuarto grado. A su retorno ingresó a la
escuela “María Angélica Idrovo”.
Nuevamente regresó a Quito, y culminó el
séptimo año en la misma institución donde había estado hacía tres años. Andrea
recuerda que un problema que tuvo en este traslado, fue la desnivelación
completa del inglés, que durante un trimestre le afectó en su promedio; sin
embargo, mediante un curso pudo mejorar su desempeño en la asignatura.
Fue designada primera escolta de la
bandera de Quito y recibió diplomas al mérito académico y de buena conducta. Lo
malo fue que sus padres no pudieron presenciar aquellos momentos, porque
viajaron a España. Y a pesar de ello, Andrea reconoce que fue la mejor
experiencia de su infancia.
Para el ciclo básico regresó a Ibarra,
al Colegio “Bethlemitas”. Luego conoce del Bachillerato Internacional (BI) y
decide inscribirse en la Unidad Educativa “Teodoro Gómez de la Torre”. Desde
entonces, como buena estudiante, sabe que al llegar allí debe dejar de lado
algunos pasatiempos.
La preparación en el BI
Andrea no solo es una adolescente
responsable, sino también carismática. Esto le ha permitido compartir con sus
compañeros y amigos, la alegría de pertenecer al grupo del BI.
En estos tres años ha participado en
concursos de oratoria, una actividad que le encanta; y en conferencias del BI.
Además fue reconocida como abanderada del pabellón nacional. “Es como si todo
lo que hubiese hecho, me es recompensado”, añade Andrea con satisfacción. Para
ella, nada ha sido fortuna, sino constancia.
Las asignaturas que recibe son
matemática, inglés, física, biología, química, problemas del mundo
contemporáneo e investigación. El horario al que debe regirse no es fácil y en
ocasiones recibe clases extra los días sábados. Pero Andrea no pierde las
oportunidades, no demuestra cansancio; es más, refleja alegría, porque ama lo
que hace, y día a día siente que cumple sus metas: “El estudio es la prioridad
antes que lo demás”, comenta.
Proyectándose al futuro
El pasado mes de marzo, Andrea rindió el
Examen Nacional para la Educación Superior (Enes) y obtuvo un puntaje de 939.
Con esta calificación asegura un cupo para la Ciudad del Conocimiento “Yachay”.
allí, su plan será seguir la carrera de Biotecnología, ya que es una amante de
la matemática y la biología.
Andrea menciona, que no le gustó la idea
de estudiar en el exterior, ni en Quito, por sus padres, quienes no quieren
separarse de su única hija. Es así que la idea de estudiar en Yachay les
emocionó mucho.
A futuro, Andrea sueña con trabajar en
un centro de investigación de medicina genética, enfocado en la comunidad y el
bienestar social.
La diferencia entre el Bachillerato
internacional y el Bachillerato General Unificado (BGU), es que las asignaturas
son estudiadas con mayor profundidad. También, al finalizar el programa se
rinden pruebas de carácter internacional para comprobar el nivel que el grupo
tiene frente a otro país.
En vacaciones casi no hay receso. Andrea
maneja un horario muy diferente al resto de estudiantes. Pero eso no significa
que no tenga tiempo para sí misma. De hecho, a la hora de salida (18:30) Andrea
gusta de ir a la bailoterapia, que le ayuda a desestresarse. Otro de sus
pasatiempos es leer novelas: “Por ahora estoy leyendo la Reina del Sur”,
expresa.
Andrea fuera de las aulas
Andrea es amable, cuida de su aspecto y
es cordial con todos y tiene amigos en otros paralelos del BGU. En este aspecto, el hecho de haber estudiado
en establecimientos femeninos le provocó dificultades al llegar a un colegio mixto.
Ya superadas, ahora tiene grandes amigos y no es nada tímida.
Aunque no hay tiempo para practicar a
tiempo completo un deporte, a Andrea le atraen el básquet y la natación, que
son deportes comunes en la institución. Le fascina además la danza, por lo que
cada fin de semana es infalible a los repasos. Por el momento, no puede
practicarlo todos los días o muy seguido, ya que se propuso apartarse un poco,
al saber que este sería un año lectivo de mucha exigencia.
Su rutina comprende almorzar cerca del
colegio, pues no existe para hacerlo en su casa. Después de ir a la
bailoterapia, llega pronto a su hogar para realizar sus tareas hasta la
medianoche. Finalmente, por la mañana estudia para las pruebas que existen
diariamente.
Los fines de semana no solo estudia,
también le encanta salir con sus amigos; sobre todo ahora porque van a
separarse: la mayoría de sus compañeros irán a Quito, e incluso a otros países.
Andrea ha tenido una destacada
trayectoria estudiantil y espera estudiar un posgrado en el exterior, sacarle
provecho a la juventud, poder trabajar en lo que le gusta, que es servir a las
personas por medio del estudio especializado; en este caso, a través de la
Biotecnología.
Recientemente,
Andrea se ganó un espacio en la portada de Diario “El Norte“, junto a cinco
compañeros. El titular fue “Ellos, los más pilas“: Andrea obtuvo su diploma
internacional.
Pie
de foto: Andrea ha sabido desenvolverse íntegramente en cada establecimiento al
que asistió, destacándose como alumna y como persona. / Equipo Fotográfico
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