Dios de pactos

A lo largo de toda la Biblia podemos encontrar que Dios constantemente alentaba al pueblo de Israel a permanecerle fiel a Él y Él haría pacto perpetuo con ellos, constantemente vemos a Dios haciéndole promesas a Abraham, Moisés, Josué, etc. Desde el periodo de los jueces, en los libros de los profetas, hasta la venida de Jesús continúa la promesa del establecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas.

En Éxodo 6:2-8 Dios recuerda Su pacto:

2. En otra ocasión, Dios habló con Moisés y le dijo: «Yo soy el Señor.

3. Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob bajo el nombre de Dios Todopoderoso, pero no les revelé mi verdadero nombre, que es el Señor.

4.  También con ellos confirmé mi pacto de darles la tierra de Canaán, donde residieron como forasteros.

5. He oído además el gemir de los israelitas, a quienes los egipcios han esclavizado, y he recordado mi pacto.

6. Así que ve y diles a los israelitas: Yo soy el Señor, y voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a liberarlos con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia.

7. Haré de ustedes mi pueblo; y yo seré su Dios. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los libró de la opresión de los egipcios.

8. Y los llevaré a la tierra que bajo juramento prometí darles a Abraham, Isaac y Jacob. Yo, el Señor, les daré a ustedes posesión de ella» (NVI).

La promesa es extendida a todo creyente

Gálatas 3:14-17 (NTV):

Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu Santo prometido. Amados hermanos, el siguiente es un ejemplo de la vida diaria: así como nadie puede anular ni modificar un acuerdo irrevocable, tampoco en este caso. Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo.*  Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos»* , como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo. Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde —cuando Dios le dio la ley a Moisés—, porque Dios estaría rompiendo su promesa. Pues, si fuera posible recibir la herencia por cumplir la ley, entonces esa herencia ya no sería el resultado de aceptar la promesa de Dios; pero Dios, por su gracia, se la concedió a Abraham mediante una promesa.

 La ley y la promesa de Dios

En Génesis 4:3-4 Caín y Abel presentaron sus ofrendas a Dios, y ya conocemos el final de la historia, por ello en Deuteronomio 26 se indica la muestra de gratitud que debemos dar  a Dios por su promesa

Diezmos y ofrendas de las cosechas

1. Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da como preciada posesión y la conquistes y te establezcas en ella,

2. Coloca una parte de las primicias de cada cosecha en una canasta y llévala al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado.

Nuestra fidelidad a Dios se manifestará tal como lo cita Mateo 25:23 Buen siervo y fiel…sobre poco has sido fiel sobre mucho te pondré. Mateo 25:23, mientras que Nehemías 10:35-36 nos da indicaciones precisas, analicémoslas:

35. Nos comprometemos a llevar cada año al templo del Señor la primera parte de toda cosecha, sea producto de la tierra o de nuestros árboles frutales.

36. Aceptamos entregar a Dios nuestros primeros hijos varones y las primeras crías de todo nuestro ganado y de nuestros rebaños, como lo establece la ley. Los presentaremos a los sacerdotes que ejercen el ministerio en el templo de nuestro Dios.

El significado de la promesa

Ustedes son los hijos de esos profetas y están incluidos en el pacto que Dios les prometió a sus antepasados. Pues Dios le dijo a Abraham: Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de tus descendientes.

Hechos 3:25 (NTV)

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