Antología poética de Chang Soo Ko, El sonido del silencio expresa la oposición entre el deseo ferviente de fructificar el lenguaje y el entendimiento pleno de la insuficiente de las palabras ante el silencio.
El poeta construye versos como encantamientos, previniendo el olvido de voces que no son ya más que ecos de un tiempo inmemorial, bálsamo de una herida que ya no mana, pero de la que persiste el aguijonazo y el escozor. Despierto siempre no a la realidad sino a la evocación y el sueño, relator de la hermosura de los instantes que se prolongan para constituir la eternidad.
Su estilo amalgama la tradición de oriente con la innovación de occidente, así, es mística pero también asequible.
Se trata de una lectura que se antoja a sorbos, delicada, apacible y también hermosa. Abertura momentánea del lento transcurrir del tiempo. Canto y evocación, anhelo de iluminación que no niega sino que afirma el Vacío. No lo dejen ir.
Briseida Alcalá 