El poderoso Victoria: Un homenaje al ingenio mexicano

El poderoso Victoria es la ópera prima del guionista y director capitalino, Raúl Ramón. Ambientada en el año 1936, en un pueblo mexicano de escasos recursos, narra la historia de Durán, un joven maquinista que deberá tomar una importante decisión. Renunciar a sus sueños y al amor de su vida o emprender la aventura de construir un tren de vapor, con la ayuda de sus coterráneos. Esto, tras la inesperada clausura de la mina local de la comunidad, que podría representar una amenaza para el futuro de su gente.

Esta cinta, por medio de su atractivo diseño de producción y su gran diseño de vestuario, nos permite apreciar un México que la audiencia no está tan acostumbrada a ver en el cine, hoy en día. El filme no es solo una hermosa ventana hacia el pasado. Además, también da visibilidad al verdadero significado de ser mexicano, pues el ingenio, el orgullo por la patria y la esencia de nunca rendirse, que tanto nos caracteriza, son palpables a lo largo del desarrollo de esta historia.

Pero, partiendo desde la raíz de este proyecto, ¿cómo fue que surgió la idea general para darle vida a El poderoso Victoria? ¿Cuáles fueron las motivaciones que hubo de por medio, para estructurar una película tan única como ésta? Su director y guionista, Raúl Ramón, compartió lo siguiente.

«Yo conocí México en tren. Y a mí, al igual que a la gente de mi generación, nos tocó ver la desaparición de los trenes de pasajeros en México, por decisiones políticas. Debido a esto, me informé al respecto y leí sobre los Tratados de Bucareli, en los cuales, nos obligaban, como país, a comprar toda la tecnología de Estados Unidos. Nos prohibían producir armas, motores y tecnología propia en general. Con toda la mala leche que me inyectó esa lectura, fue que comencé a fantasear en esta historia; una historia en la que gente desesperada se enfrentara a la más imposible de las tareas que ellos mismos se pudieran imponer.»

– Raúl Ramón

Por su parte, Damián Alcázar, coprotagonista de El poderoso Victoria, manifestó su entusiasmo por el filme y explicó cómo fue su primer acercamiento con el proyecto, así como también se tomó el tiempo para expresar su sentir por la situación delicada que el cine mexicano ha atravesado en los últimos años.

«La historia me encantó desde el principio. Me pareció un cuento luminoso, casi de fábula. Entré a la película teniendo en mente lo mucho que me gusta participar en óperas primas, en películas pequeñas. Ya estando dentro, me di cuenta que de «película pequeña» no tenía nada, pues es una cinta extraordinaria, enorme, hecha con pura pasión. Es sorprendente lo que se ve. Realmente se puede hacer muy buen cine en nuestro país.»

«Ahora, por otro lado, y eso es ya mi lucha muy personal, es el hecho de que no tenemos en dónde ver nuestro cine tan maravilloso. Lo peor que le pudo pasar al cine mexicano, en los últimos 38 años, fue perder nuestras salas. Tenemos que recuperarlas porque, películas como ésta, valen la pena ser vistas en pantalla grande. Si todo el talento y toda la pasión que se le pone a una historia como ésta, no se ve, estamos perdidos.»

– Damián Alcázar

Joaquín Cosío, quien tiene una pequeña, pero importante participación en la cinta, enfatizó en cómo el libreto lo cautivó a nivel personal y la manera en que esto influyó para que se uniera al largometraje. Asimismo, dio a conocer sus pensamientos tras ver el resultado final de la producción.

«Recibí la invitación para unirme al proyecto y el primer guiño que me hizo la película, fue el guion. Algo que para mí es muy importante, es cómo dialogan los personajes en el texto. Ahí se siente mucho la búsqueda de realidad que tiene el libreto. Una vez que conocí al elenco y al equipo de producción y dirección, resultaron ser elementos determinantes para que yo quisiera formar parte del equipo y que me entusiasmara el proyecto, tal y como me entusiasmó. He de decir aparte que el resultado, el producto terminado, me sorprendió muchísimo. Es mucho mejor y mucho más entrañable de lo que yo me pude haber imaginado.»

– Joaquín Cosío

La productora de El poderoso Victoria, Fabiola Velázquez, relató su peculiar experiencia con este largometraje, acerca de cómo pasó de ser una pieza de soporte durante la etapa de preproducción, a ser un pilar de vital importancia para el filme, y parte de la columna vertebral del proyecto entero, sin siquiera haberlo contemplado en un comienzo.

«Raúl, el director, es mi esposo. Cuando él tuvo la idea de hacer esta película, y me la contó, quedé maravillada. Originalmente me uní al proyecto solo como apoyo, pero me fui enamorando de todo el proceso, hasta que ya me fue imposible salirme, y terminé convirtiéndome en productora. Abracé al proyecto porque me encantó la historia y porque quería ayudar a Raúl a hacer esta gran ópera prima. Fue todo un reto, pues siempre nos aferramos a la idea de lograr el objetivo, aunque no contáramos con ningún tipo de apoyo.»

– Fabiola Velázquez

Todo el argumento de El poderoso Victoria gira en torno a la realización de los sueños, y en demostrar que no hay imposibles, cuando la dedicación y la determinación están presentes en todo momento. Estos son los ideales que transmite Durán, personaje que interpreta Gerardo Oñate, y quien funge como protagonista de la película. Pero, al traspasar el terreno de la ficción, ¿qué es lo que el joven actor tapatío desea lograr con su carrera que recién arranca?

«Sueño con poder participar en algo que le cambie la vida a la gente. Cuando voy al cine, busco entrar siendo uno, y salir siendo otro; busco que la película que acabo de ver cambie algo en mi interior. Me gusta la idea de formar parte de ese tipo de contenidos y aportar mi granito de arena, para mover a la gente y dejar algo para la historia.»

– Gerardo Oñate

Finalmente, Lorena de la Torre, quien da vida a Victoria, el interés amoroso de Durán, dio sus comentarios acerca de lo importante que es una cinta como ésta en la actualidad. En una época en la que es fundamental tener historias que nos dejen una sensación positiva y nos llenen de optimismo.

«Normalmente, en otros países, lo que se da a conocer de México son las cosas feas, las cosas pesadas. Y claro que también son parte de nuestra esencia, pues son aspectos por los que debemos atravesar como sociedad, sin embargo, una película como El poderoso Victoria, es un apapacho, y eso es algo muy necesario hoy en día. Deseo que toda la gente pueda disfrutar de un cine como éste.»

– Lorena de la Torre

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Aldo Javier Martínez He sido amante del cine desde que tengo memoria, por lo que convertí esa pasión en mi profesión. Deseo dejar mi huella en el guionismo de terror. Baterista por hobbie. Fan de los 49ers de nacimiento.