México, el tercer país más peligroso del mundo para ser periodista: entre el riesgo y los desafíos de trabajar como freelance

México es, en el mundo, uno de los tres países más peligrosos para ser periodista: según la organización Reporteros sin Fronteras, después de Irak y Siria, es el país con más periodistas asesinados desde 2003, con un total de 125. En los últimos años, además, lideró esta estadística incluso por encima de Ucrania, que está en guerra. En América latina, México es el país de mayor riesgo para ejercer la profesión: las organizaciones periodísticas coinciden en que el periodismo mexicano es víctima del crimen organizado, la inacción del Gobierno para protegerlos y la precariedad de la profesión, que ha llevado a muchos a trabajar como freelance, con todos los desafíos económicos que ello implica.

De todos estos temas habló, en La Hora del Cafecito☕ en WhatsApp, la periodista estadounidense Andalusia Knoll Soloff, quien desde hace más de una década reside y trabaja como freelance en México, donde cubre temas de violaciones de los derechos humanos, la guerra contra las drogas, la lucha indígena para proteger las tierras y la violencia hacia el género. Especializada en audiovisual y documental, Knoll Soloff colabora para medios internacionales como HBO, BBC, RAI, PBS, NPR o Al Jazeera, entre otros.

En WhatsApp, en diálogo con nuestra comunidad, Knoll Soloff recordó cómo llegó desde Estados Unidos hasta finalmente establecerse en México, comparó la actividad periodística entre ambos países, y describió las condiciones económicas, sociales y políticas en las que la profesión se desarrolla, desde la incertidumbre laboral y los desafíos de ser freelance hasta las amenazas del narcotráfico y la falta de protección del gobierno federal.

El informe de Reporteros Sin Fronteras de 2022, en su capítulo México, señala: “La connivencia entre las autoridades y el crimen organizado constituye una grave amenaza contra los periodistas y se hace sentir en cada eslabón del sistema judicial. Los profesionales que cubren temas sensibles relativos a la política o al crimen, especialmente a nivel local, padecen advertencias y amenazas, cuando no son simple y llanamente asesinados. Otros son secuestrados y no aparecen nunca más, u optan, para salvar la vida, por desplazarse fuera de sus zonas de origen o bien por huir al extranjero. El presidente López Obrador no ha emprendido aún ninguna de las reformas necesarias para poner freno a la violencia y la impunidad que se han instalado en el país. Desde el año 2000, cerca de 150 periodistas han sido asesinados y 28 han desaparecido en México”.

“Soy neoyorquina de nacimiento, ‘chilanga’ de residencia y guerrerense de corazón porque trabajo mucho en Guerrero y quiero mucho a la gente de Guerrero y a las historias (periodísticas) que hago ahí”, señaló Knoll Soloff al responder preguntas de la comunidad de La Hora del Cafecito☕, en un diálogo moderado por Maritza L. Félix, directora de Conecta Arizona.

Andalusia Knoll Soloff, periodista estadounidense en México, donde trabaja como freelance.

📱¿Cómo llegaste a México?

“Llegué a México en 2010 para cubrir la cumbre del cambio climático en Cancún. En aquel momento trabajaba más en medios comunitarios, radios comunitarias; conocí muchas personas de México en medios tradicionales y medios comunitarios. Primero colaboré en Chiapas en una transmisión en conjunto con la comunidad de Las Abejas, que había sufrido una masacre muy fea en los ‘90 en Chiapas; después llegué a Ciudad de México, empecé a colaborar con unas radios, poco a poco dije ‘me gusta mucho aquí’, y decidí dejar mi trabajo en Estados Unidos y venir acá. En aquel momento no había tal cual trabajo de periodista freelance, trabajaba en comunicación de ONGs, algunas de migración; también trabajé como DJ, en muchas otras cosas. Poco a poco pude ir restableciendo mi carrera de periodista freelance”.

📱 ¿No te da miedo ser periodista extranjera en México?

“Cuando llegué a México ya estaba en ese momento la guerra contra las drogas, entre comillas, y el país, más que nada en el norte, estaba peligroso, pero no era tan peligroso ser periodista como lo vimos pocos años después. No fue como algo que tenía contemplado, creo que hoy en día si tuviera la misma edad que tenía cuando llegué no diría ‘quiero ir a vivir a México’, donde es tan peligroso ser periodista y arriesgarme. Además, es como que me gustaba aquí, me gustaba la gente y trabajar los temas. Ya que llegué a vivir aquí, a trabajar, poco a poco se fue agravando la situación y ya me sentí comprometida a quedarme”.

📱 ¿Cuáles han sido las coberturas más duras que has hecho?

“Creo que ha sido Ayotzinapa, donde llegué a vivir en la escuela para documentar la lucha de las familias y estudiantes para buscar a los 43 estudiantes desaparecidos (en 2014)”.

📱 Algo que me pareció muy interesante cuando estábamos en el encuentro de IWMF (International Women’s Media Foundation) en México fue ver las diferencias en la percepción de la violencia entre los que vivimos en los Estados Unidos y los que viven en México. Por ejemplo, muchos de mis colegas en México ya habían normalizado los ataques, los minimizaban, porque es el pan de todos los días. Tú que estás por aquí y por allá ¿cómo lo percibes?

“Un colega que fue amenazado por la Policía en Guerrero pensó que lo iban a matar en Acapulco, donde han matado a muchos personas y periodistas, y pidió asilo en los Estados Unidos, pero le rechazaron. Otros colegas dijeron ‘bueno, seguro que las amenazas no fueron tan fuertes’, cuando son los mismos periodistas que cubren Inmigración y saben que el gobierno de los Estados Unidos rechaza a muchos migrantes que huyen de la violencia, dice que sus casos no son suficientemente violentos y que no les pueden dar asilo. Entonces, me saca de onda pensar que otros periodistas pensaron que quizás no merece el asilo. Muchas veces pensamos ‘bueno, solo es una balacera, pero no te dio la bala, entonces ya, es el pan de cada día, es normal; o te amenazaron en redes, pero no te amenazaron en la vida real’. Hay un documental que recomiendo, en el que participé como productora y está nominado a los Emmy’s, que se llama In Danger, donde trabajé en documentar el trabajo de una fotógrafa y cuando lo mostramos en otros países la gente quedó en shock sobre por qué es tan violento ser periodista en México. Son muchas cosas que normalizamos, incluso yo viviendo aquí en México. Es un honor que dos documentales donde yo trabajé como directora y productora fueran nominados para los Emmy’s” (otro documental se llama Un sentido de comunidad: el barrio Iztapalapa de la Ciudad de México está experimentando una transformación única).

📱 Recuerdo que algunos decían: ‘no, es que a mí nomás me han cortado las mangueras del auto’, o ‘me han mandado un par de amenazas, pero de ahí no pasa’. Y eso en Estados Unidos no se ve igual. Cuando me preguntan cómo es trabajar de ambos lados de la frontera, les digo que en Estados Unidos yo no siento que mi integridad física esté en riesgo, pero cuando se cruza a México y se trabajan historias como las de Ayotzinapa (en 2014) o del caso LeBarón (en 2019) pues sí te pones como un blanco en la espalda. Acá en los Estados Unidos no es que no hay amenazas, sino que son diferentes: por ejemplo, las amenazas digitales, el ser desacreditada, el que te hackeen, pero la integridad física es muy diferente. Y sí hemos visto, porque estamos trabajando con organizaciones que ayudan a periodistas exiliados, qué difícil es llegar acá, como si la seguridad y la integridad fueran un privilegio.

“Sí, es impresionante que no piensan que es grave que corten las mangueras de su auto”.

📱 Si la precariedad del periodismo es más evidente en México, ¿por qué quedarte ahí?

“Sobre la precariedad y el dinero, siendo periodista extranjera siempre voy a tener más privilegios que los que tenga un periodista mexicano, como ser el idioma o el respaldo que podría tener de la Embajada estadounidense en caso de que me pase algo, por suerte nunca he necesitado buscar a la Embajada. Y actores criminales piensan dos veces antes de actuar en contra de una extranjera sabiendo que puede tener más impacto en las noticias, con los gobiernos, etc, pero eso no significa que ser extranjera me salva de todo el peligro. Creo que es importante mencionar que siento que me confronto con menos peligro y que tengo mucha protección que periodistas locales no tienen, desde lo más básico: si estoy amenazada y quiero salir del país mañana, puedo salir del país mañana, usar pasaporte, comprar boleto, subir a un avión e ir a Estados Unidos o, por tener el pasaporte de Estados Unidos, ir a muchos otros países”.

📱 ¿Has tenido alguna amenaza o al reportear en qué te has sentido insegura? ¿Cuáles son las condiciones más adversas en las que te ha tocado trabajar?

“He recibido amenazas violentas en redes por publicar material de marchas feministas, pero lamentablemente son tan comunes que no les puse tanta atención, solo hice un registro. Y sí, una vez cubriendo Ayotzinapa, cuando apenas anunciaron que habían encontrado cuerpos en un basurero en Cocula, Guerrero, fuimos a ver el sitio del supuesto crimen y cuando salíamos dos autos sin placas nos pararon y preguntaron varias cosas. Fue claro que no querían que estuviéramos ahí investigando el caso”.

📱 ¿Piensas que con este gobierno de Andrés López Obrador (AMLO) está en peligro la libertad de prensa en México?

“Creo que hay algunas cosas muy buenas en términos de comunicación en el gobierno de AMLO y algunas cosas muy malas. Siento que (el partido) Morena en general ha sido mucho más abierto a recibir preguntas de la prensa y responder, porque antes era como casi imposible conseguir que alguien te respondiera y diera entrevistas, pasar información, etc; entonces, ahora sí eso es algo que me parece bien. Por otro lado, las Mañaneras (conferencias de prensa diarias de López Obrador) creo que solo han servido mucho para ser un espacio que fomenta el odio hacia las y los periodistas: si vas a las Mañaneras tienes que prepararte para los ataques de los bots y las personas reales que te van a llover después de preguntar algo crítico al gobierno. A mí me ha tocado dos veces que he estado en una conversación medio critica con el Presidente: una vez fue sobre el caso de una persona encarcelada y también de Ayotzinapa, sobre los archivos de SEDENA (Secretaría de Defensa Nacional), fue intenso; otra vez fue sobre los femicidios, cuando el Presidente me dijo que México nunca había sido tan seguro para las mujeres después que dije que no creía porque habían fallecido 10 personas ese día, 10 mujeres el día anterior, etc. Me debatió y luego me llegaron varias críticas en internet. A mí también me tachan de extranjera, que ya debo regresar a mi país. Con una colega han sido muy racistas al decir que debía estar limpiando la casa del Presidente y no hablando con él en las Mañaneras. También cuando (desde el gobierno) critican a los medios y dicen que están diciendo mentiras; el Presidente considera cualquier crítica desde la prensa como un ataque contra él”.

📱 ¿Cómo caracterizas el trabajo periodístico freelance? ¿Qué recomendaciones tienes para quien quiera incursionar en esa modalidad?

“Para ser periodista freelance tengo recomendaciones. Consigue un trabajo fijo, ya sea editor en página web o incluso ser mesera fines de semana en un restaurante, no tiene que ser en periodismo, pero que con ese trabajo puedas pagar tus gastos más mínimos; quizás no pagas renta pero tienes que pagar comida, o tienes que pagar renta y comida, entonces debes tener algo estable y que sabes que puedes pagar con eso, porque si no siempre vas a vivir con ansiedad, porque muchas veces los pagos del trabajo freelance son muy atrasados. También está bien tener un ‘colchón’ (de dinero) porque uno nunca sabe cuándo va a llegar un pago, puede ser cuatro meses después lamentablemente, porque por más que exiges no logras que te paguen. Sobre el tipo de trabajo que hacer en periodismo freelance, recomiendo tener diversidad: por ejemplo, no solo escribir, también puedes hacer corrección de estilo, o si eres fotógrafa también puedes dedicarte a video, o si eres investigadora puedes hacer periodismo de investigación o ayudar con la investigación de una película, o si eres locutora en radio también puedes hacer podcast. Además, las redes sociales en la vida real, no en internet, también son muy importantes para conseguir trabajo freelance”.

📱 Escribir es lo más mal pagado. En Veracruz, se pagaba 60 a 100 pesos por nota publicada: eso es como 5 dólares. Y si trabajabas en la nota y no se publicaba, no se pagaba. ¿Es posible vivir económicamente como periodista independiente en México?

“Creo que depende mucho en qué trabajas, en qué medio y para cuáles medios. Yo trabajo principalmente en audiovisual y documental, y por todo el trabajo y equipo que implica paga más que ser una periodista de prensa escrita. También trabajo para muchos medios de comunicación extranjeros, entre ellos Al Jazeera, HBO, BBC, RAI, ZDF, PBS, NPR, y cada uno paga en la moneda de su país y normalmente eso sí alcanza más en México. Lamento que muchos medios internacionales piensan que solo pueden contratar a periodistas extranjeras cuando hay muchísimas periodistas mexicanas muy talentosas que también pueden hacer el mismo trabajo. Así que intento apoyar a eliminar a esa división y dar talleres a periodistas mexicanas para ayudarles en trabajar para medios extranjeros. También ser mexican@ y trabajar para medios mexicanos es posible, y muchos miembros de nuestra organización lo hacen: colaboran en periódicos, sitios web, radiodifusoras y televisoras. De hecho, hoy muchísimos son freelance porque los medios ya no les dan prestaciones ni buenos contratos, eso incluye a los corresponsales de muchos de los medios más conocidos en México”.

📱 ¿Cuáles son los límites que tienes como periodista independiente? Es decir, ¿dónde dices ‘no quiero pasar cierta línea’?

“Siento que, por un lado, es más fácil porque no tengo que argumentar con un editor o jefe por qué no quiero trabajar en un tema, porque nadie me obliga a hacerlo. Yo tengo el privilegio de trabajar en los temas que quiero hacer y así no censurarme, solo decidir no trabajarlos”.

📱 Me inicié en Ciudad Obregón, Sonora, como reportero de política y empresarial, y hace unos meses trabajo como periodista en los Estados Unidos, donde soy presentador de noticias. ¿Cuál es tu recomendación para poder iniciar aquí? ¿Cuál consideras una estrategia para poder adaptarme más?

“Pues es muy difícil adaptarse a las formas de periodismo de un país a otro. De hecho, yo no me adapto al de Estados Unidos: siento que aquí en México somos mucho más colaborativos y generosos, y allá son muy celosos e individualistas en los medios”.

📱 ¿Qué es un fixer?

“Es una persona que trabaja como una guía para un periodista que viene de lejos y que no entiende la problemática (del lugar). Puede ser que el fixer ayude a conseguir entrevistas, recomendar lugares para ir, ayudar con la logística, a traducir. Pero también hay una línea muy delgada de que si realmente es un fixer o es un productor o colaborador, porque muchas veces, especialmente en lugares como México o Africa o el sur global, periodistas extranjeros llaman a alguien fixer en vez de periodista o productor, que es lo que realmente son, y es una manera de despreciar el trabajo que hacen”.

Conecta Arizona fue fundado por Maritza L. Félix en Phoenix, Arizona, el 11 de mayo de 2020. Directora: Maritza L. Félix.

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