teamwork
12
Abr

La importancia del trabajo en equipo

Como a todo en esta vida, a trabajar en equipo también se aprende, pero…. ¿para qué? ¿Por qué tengo que trabajar en equipo? Hacéis bien en preguntarlo.

Ventajas del trabajo en equipo

Es de sobra conocido que las decisiones tomadas en grupo llevan más tiempo que las individuales (no tenemos más que ver el ejercicio de la NASA basado en dinámicas de grupo, si alguna vez lo hicisteis sabréis que se tarda casi el doble en hacerlo en grupo que individualmente). Entonces, si supone un coste temporal, ¿por qué se toman decisiones grupales? Pues porque son mejores, sin más. Mejores porque generan un mayor número de ideas, crean más posibilidades, se debaten las diferentes opciones y permite observar aspectos que una sola persona no se plantearía, entre otras muchas razones que podríamos seguir enumerando.

Pero trabajar en grupo no solo supone una mejora a nivel de eficiencia en nuestro trabajo, también nos aporta muchas cosas a nivel personal. Compartir experiencias con diferentes personas, que tienen vivencias distintas a las nuestras, que piensan de otra forma y ven las cosas desde otra perspectiva nos hace crecer como personas, ya que con cada razonamiento o argumento están ampliando nuestro conocimiento y nuestra visión del mundo.

Condiciones para un buen trabajo en equipo

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Cuanto más diverso sea el grupo más nos va a aportar, pues las perspectivas serán más heterogéneas y se generará mayor contraste en las respuestas o soluciones a un problema. Y, además, ¡¡¡será más divertido!!! Pero para que un grupo trabaje bien y resulte eficiente, además de hacernos crecer personalmente, deben cumplirse una serie de condiciones:

Debe haber confianza entre los miembros del grupo. Si el grupo se conoce previamente existirá una conexión entre los miembros que agilizará la generación de ideas o soluciones y permitirá que todos aporten su opinión libremente, sin sentirse juzgados. En el caso de que el grupo no se conozca previamente es importante que los miembros sean personas seguras de sí mismas, que no teman dar su opinión y que, al mismo tiempo, no juzguen las aportaciones de los demás y si lo hacen sea siempre desde una perspectiva objetiva y desde la crítica constructiva.

Relacionado con las críticas, la empatía es un concepto muchas veces olvidado por todos nosotros. Tenemos que ponernos en la piel de la otra persona, tanto cuando nos da su opinión como cuando “criticamos” su visión, porque podemos decirle los fallos que ha tenido, pero siempre como ayuda para mejorar, nunca de un modo destructivo. Debemos tener la empatía suficiente como para saber cómo decir las cosas para no herir a las personas, pero sin dejar de decir lo que pensamos verdaderamente, pues eso será lo que aporte valor al grupo.

Además, es importante que el grupo se sienta motivado y para eso lo primordial es que todos tengan una misma meta, un objetivo común. Si todos quieren llegar a un mismo fin, desean alcanzarlo, todos avanzarán en la misma dirección, por muy diferentes que sean entre ellos o por muy diversos que sean los intereses personales por alcanzar esa meta. Si quieren llegar al mismo punto harán lo que esté en sus manos para lograrlo.

Otro elemento interesante es la cohesión. El grupo debe sentirse como un todo, que todos pertenecen a un mismo grupo, a un mismo proyecto, que son uno. Y que son ellos mismos los que toman las decisiones, si éstas vienen dadas por alguien de fuera no se involucrarán tanto, la motivación descenderá y el grupo no mostrará unicidad.

Por último, es fundamental respetar la comunicación. Debemos mantener abiertos todos los canales comunicacionales entre el grupo, en todas las direcciones posibles. Con esto nos referimos a que el grupo debe poder hablar de igual a igual pero, en determinados momentos, también debe poder mantener cierta jerarquía donde la dirección de la comunicación vaya de arriba a abajo (del líder al grupo para organizar ciertas tareas, por ejemplo) y de abajo a arriba (para que el grupo sugiera cambios al líder). Pero siempre tomando las decisiones entre todos. La posición del líder lo que hará será gestionar las personas que forman parte del grupo para poder realizar una trabajo mucho más eficiente.

Si cumplimos todas estas condiciones o, al menos, parte de ellas podremos conseguir que el trabajo en grupo no sólo sea efectivo para una empresa, organización o servicio. Si no que, a nivel personal, nos permitirá trabajar con perfiles muy diversos, multidisciplinares incluso, que nos aportarán una información y una visión de las cosas que probablemente no alcanzaríamos si trabajásemos solos.

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