¡Cómo hemos cambiado! 14 motivos por los que la década de 2010 será inolvidable

El fin de una era.

¡Cómo hemos cambiado! 14 motivos por los que la década de 2010 será inolvidable - Cultura popular

Estamos entrando ya en la recta final de la década de los 2010 y como es costumbre cada vez que vamos a empezar una nueva, toca echar la mirada hacia atrás y revisitar aquellos elementos que hicieron de ella una etapa para recordar. O no. Lo cierto es que estos 2010 han sido unos años de muchos cambios, sobre todo en el sector del entretenimiento digital, pero también en los ámbitos laborales, puesto que se han generado diversas clases de nuevos oficios, puede que porque la crisis forzase a los jóvenes a tener que crear sus propios trabajos para poder ganarse bien la vida o porque simplemente los sectores profesionales han evolucionado.

Son muchas las cosas que nos ha dejado esta década a sus espaldas. De hecho, ha marcado incluso más que el arranque de siglo en muchos aspectos, que comentaremos a continuación. Las redes sociales, los selfies, la evolución de los videojuegos multijugador y muchas más cosas que probablemente nos dejemos en el tintero. 2010 ha sido una década muy completa que ha marcado muchos cambios de cara al futuro y al modo en cómo entendemos el entretenimiento y la creación de nuevos oficios.

Youtube y su proyección hacia la fama

Durante la década de 2010, es innegable asegurar que la plataforma de Youtube se ha convertido en el hogar de los que ahora son considerados como estrellas dentro del entretenimiento y de muchos otros sectores. Desde ese inicio de década, han sido muchos los youtubers que han ido progresando cada vez más hasta alcanzar cifras de suscriptores que quitan el aire. Como El Rubius, Willyrex o Vegetta777 en el caso de nuestro país, pero alrededor del mundo podemos hablar de otros grandes como PewDiePie. Si bien es cierto que al inicio, cuando empezábamos a recibir vídeos comentados de todo tipo nos parecía un tanto ridículo y puede que incluso una pérdida de tiempo, ahora es uno de los oficios que más buscan las nuevas generaciones y un medio codiciado por la mayor parte de la prensa digital y las empresas que buscan extenderse a los sectores audiovisuales. Nadie se imagina un mundo sin Youtube, porque rara es la vez que no lo utilizamos unas diez veces al día. Como mínimo.

Influencers, instagrammers y el boom de las redes sociales

El anterior punto nos lleva, por consiguiente, a otros sectores que se han expandido a lo grande al mismo tiempo: las redes sociales. Siendo Twitter, Facebook e Instagram las principales fuentes, nuestras vidas han pasado de estar en álbumes de fotos familiares, únicamente a la vista para invitados o para familiares cercanos, a poder ser accesibles para cualquier persona que simplemente se moleste en poner nuestro nombre en Google. Actualmente las redes sociales se han convertido en lugares un tanto hostiles, sobre todo Twitter seguido por Facebook, debido a que cada vez está más al alcance de cualquier persona y ya pocos respetan la opinión de los demás sin entrar en discusiones.

Por otro lado, así como Youtube ha dado paso a los “youtubers”, Instagram ha dado paso a los “instagrammers” e “influencers”, figuras que a efectos prácticos son sencillamente modelos, por lo general, o ideales que promocionan productos y servicios. Pero esos medios han conseguido tal impacto en la cultura que se han quedado como propio nombre de oficio. De los que cada vez hay más y a la vez, por ende, son más normalizados y aceptados como trabajos normales.

Los selfies y la obsesión por los “morritos”

El selfie que tomó Bradley Cooper en los Oscar 2014 y publicó Ellen DeGeneres en su Twitter consiguió 3,2 millones de RT.

Y, claro, inevitablemente esas redes sociales que podemos llenar de cientos y cientos de fotografías, terminan teniendo imágenes para enmarcar. Los Selfies han sido una de las modas que más se ha fijado en esta década, dado que la gran mayoría de personas se hacen este tipo de fotos para colgarlas en sus redes sociales, sea cual sea, teniendo a Instagram como modelo predilecto en búsqueda de los likes masivos. Sin embargo, esos Selfies han venido acompañados de una postura facial concreta: los “morritos”. Poner cara de pato es ya un hábito más que normalizado dentro de la sociedad y ya no nos sorprende tanto como al principio. Pero en sus inicios, cuando todavía era un poco extraño ver ese tipo de gestos, impactaba mucho más. Ahora, raro es el perfil en el que no vemos una foto de ese estilo cada dos por tres, en múltiples situaciones y lugares. La conditio sine qua non para hacerse un selfie, es poner cara de pato.

Los Memes

Podríamos estar hablando, fácilmente, de una de las invenciones de entretenimiento que mejor ha funcionado en este siglo. Los memes, que seguro que todos conoceréis, son imágenes graciosas que parten de cualquier base: situaciones cotidianas, figuras de artistas, animes, cómics, películas, arquitectura, pintura, escultura, cine, televisión, deportes, etc. El meme es la comedia elevada al absurdo más alto. Imágenes que portan frases totalmente aleatorias en su cabecera que pueden hacer referencia a cualquier concepto o idea. Es difícil describirlos, realmente, porque nacen de cualquier cosa. El término fue acuñado en 1976 por el biólogo Richard Dawkins refiriéndose a él como una idea que tiene como finalidad causar gracia.

El Me Too

Las redes sociales, por otro lado, también han adquirido un papel muy importante con respecto a la reivindicación y unión de las personas. No solamente sirve para generar memes y publicar selfies, puesto que en 2017 también generó una de las masas más importantes de la década: el MeToo. El movimiento surgió en octubre de ese mismo año como denuncia y protesta por las agresiones sexuales que el productor de cine, Harvey Weinstein, había llevado a cabo con diversas mujeres. El hashtag, a estas alturas, ha sido utilizado por más de 500.000 personas y ha conseguido destapar más de un caso de abuso en la industria del cine.

Tarana Burke, junto con Alyssa Milano, empezaron a mover la rueda que uniría a más de medio millón de personas contra la impunidad que recibían algunos hombres por agredir sexualmente a mujeres a cambio de, en este caso, poder acceder a realizar interpretaciones en películas o televisión.

¡La Rosalía!

Rosalía Vila Tobella, conocida comúnmente como Rosalía, se ha convertido en muy poco tiempo en una de las artistas más importantes de la industria de la música por la mezcla de estilos que ha realizado: uniendo rap, trap y hip-hop con el flamenco tradicional, la joven de 26 años es un icono de un estilo de flamenco creado por ella misma. Sin rechazar las fórmulas musicales actuales, ni dejando atrás las clásicas, Rosalía ha conseguido alzarse dos MTV Video Music Awards y ser reconocida mundialmente como una autora única.

Puede que estemos hablando de las pocas artistas que ha creado un género totalmente nuevo en la década de 2010, puesto que esta ha estado, igual que la pasada, invadida por el reguetón. Sin embargo, Rosalía ha sabido darle una vuelta a esas canciones repetitivas y conseguir que el público que no estaba interesado en ese tipo de música quede encantado con sus letras.

El cine de superhéroes

 

Es curioso porque, realmente, el cine de superhéroes lleva acompañándonos desde principios de siglo, pero no ha sido hasta esta década cuando ese estilo de cinematografía superheróica ha dado el gran boom que tanto ansiaba. El Universo Cinematográfico de Marvel puede gustar más o menos, crear más o menos controversia, y ser el sparring de muchos directores de prestigio, como el caso de Martin Scorsese o Francis Ford Coppola, pero lo que no se puede negar es que ha marcado un antes y un después en la industria del cine. Tanto para bien, como para mal. El cómic, por tanto, también se ha reivindicado de manera potente, siendo antes visto como un refugio para un grupo minoritario de la sociedad, y siendo ahora uno de lo más frecuentados por los seguidores de Thor, Capitán América o Hulk, por nombrar algunos.

Por su parte, DC ha ido un poco en desventaja debido a la larga carrera de películas que Marvel carga a sus espaldas, pero eso no ha sido ningún impedimento para que se continúen realizando largometrajes de Batman, Wonder Woman o Superman. Es un grupo de superhéroes que todavía tiene mucho que mostrar y decir, pero seguro que con el tiempo termina alcanzado la gloria que se merece.

En cualquier caso, lo que está claro es que antes, el que estaba constantemente hablando de personajes de cómics era tratado como un freak. Mientras que, ahora, el que es tratado como tal es el que no conoce ninguna de las películas del UCM, de DC o a los personajes más destacados de cada una de las franquicias.

Los efectos especiales y la reencarnación por CGI

Desde los inicios de la década hemos pasado por experimentos y evoluciones de los efectos especiales. Peter Jackson, quien también revolucionó el inicio del siglo XXI con su trilogía de El Señor de los Anillos, también optó por empezar la década de 2010 con adaptaciones de Tolkien. El Hobbit, odiada por muchos y amada por más bien pocos, fue pionera en muchos ámbitos cinematográficos. Puede que en argumento bailase un poco, sobre todo si cometemos el error de comprarla constantemente con la trilogía de ESDLA, pero en lo que se refiere a probar técnicas nuevas, se llevó la palma. El Hobbit se rodó en High Frame Rate (HFR), 3D y a 48 FPS en lugar de los habituales 24. Lo que hizo, claro, que la obra tuviera un aspecto más cercano a los videojuegos que al mismo cine, pero a su vez demostró que esa evolución de formato era posible y que, tarde o temprano, todo acabaría igual.

Y no se equivocaba, porque si bien entramos con eso a la década, salimos con una obsesión por muchos artistas de rejuvenecer, como el reciente caso de El Irlandés o Rogue One: Una historia de Star Wars, o traer de vuelta a actores que ya nos han dejado -nos remitimos, una vez más, al caso del spin-off de Star Wars-. Ahora ya no es un inconveniente el estado físico de los actores, ni siquiera si están vivos o muertos, porque pueden ser representados de igual modo en la gran pantalla gracias a la evolución que ha tenido el CGI y los efectos especiales. Algo que, por otro lado, pone sobre la mesa el debate de hasta cuándo serán necesarios realmente los actores de carne y hueso, porque llegará un punto en que esto estará al alcance de cualquiera y podrán tener vía digital a todo el que quieran.

Precuelas, secuelas, spin-off y un sinfín de fórmulas repetitivas

No todo el cine ha salido tan redondo y con tantas sensaciones positivas, porque, lamentablemente, esta década ha estado marcada por las historias repetitivas. Ya sea en formato de precuela, secuela o spin-off, el cine de Hollywood se ha coronado como una industria falta de ideas que se ha dedicado a lanzar productos basados en historias ya existentes fabricadas en el pasado. La década 2010 ha traído el renacer de Star Wars con una trilogía más, secuelas tardías como Mary Poppins o Doctor Sueño, de entre muchas otras. Verdaderamente, la década también ha dejado piezas para el recuerdo, pero incluso obras excelentes que podrían colarse fácilmente como lo mejor de estos diez años, como Mad Max: Fury Road, parten de premisas ya existentes y no de obras originales. El monopolio que se está montando Disney puede que no haya ayudado demasiado, puesto que la mayoría de sus productos son prefabricados en producción y faltos de originalidad. Hemos llegado a un punto en el que cuesta diferenciar qué película es secuela o precuela de cual, lo que denota una masificación de prolongación innecesaria de algunas historias.

Unos premios Oscar menos blancos

While Black Panther is being pushed for 16 categories, Infinity War is focusing on one.

2017 fue el año en el que más premios de la Academia fueron destinados a afroamericanos. Cuatro estatuillas, en concreto: Mejor Película, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Actor de Reparto y Mejor Guión Adaptado. En una era en la que Estados Unidos tiene un presidente como Donald Trump, que quiere construir muros que separen sus queridos estados unidos de México -teniendo este en varias ediciones a directores mexicanos recogiendo el premio a Mejor Director- y que ha mostrado en más de una ocasión su carácter racista, tiene sentido que los premios más prestigiosos del mundo en lo que se refiere al sector cinematográfico reivindique el arte creado por esas personas que son reprimidas. Posteriormente, Jordan Peele o Spike Lee también tuvieron su paso triunfal por la alfombra roja y recogieron sus respectivas estatuillas. Hasta Black Panther, película muy enfocada al "black power" consiguió una nominación a Mejor Película, siendo la primera del UCM en conseguirlo. No ganó ese premio, pero al estar nominada en otras seis categorías, consiguió un total de 3 estatuillas.

La aparición de las plataformas streaming

El cine ha encontrado durante la década de 2010 su rival más poderoso: las plataformas streaming. Empezando por la llegada de Netflix, cada vez han sido más las empresas que han querido sumarse a este nuevo método para ver cine y series desde casa sin la necesidad de tener que desplazarse hasta un cine o tragarse toneladas de anuncios en televisión. Por unos diez euros, aproximadamente, puedes disfrutar de muchos contenidos mensuales totalmente gratis, sin coste adicional. Las plataformas streaming han abierto múltiples debates: el estado del cine actual, cómo las series se han ido convirtiendo paulatinamente en productos más rentables que las películas, la autoría de los directores, los disparatos presupuestos que pueden llegar a tener algunos proyectos, etc.

Lo que está claro, es que han llegado para quedarse, y no parece que vayan a irse a ninguna parte puesto que, con el paso del tiempo, cada vez han sido más las que han llegado a España y se han instaurado. Y, seguro, que poco a poco habrá más y más. La década de 2010 ha cambiado por completo nuestra percepción de ver y entender el cine y la televisión.

La adicción a las series

 

Esas plataformas streaming han generado que los fans de las series y los guionistas de las mismas gocen de una época dorada, puesto que ahora la producción y lanzamiento de las mismas se ha incrementado muchísimo. Cada semana tenemos serie del año nueva en cada plataforma y cada día hay que ponerse al corriente con los capítulos que se van publicando en las diversas plataformas, por aquello de no dejar ninguna serie de lado y seguir el argumento de todas. Lo que ha provocado, en muchos casos, una adicción a las series -no en el mal sentido-. Hay usuarios que únicamente disponen su calendario según los estrenos de las ficciones que haya programadas para cada semana y cada mes.

De hecho, no es ninguna mentira que a día de hoy las series son mucho más buscadas que las películas, en consecuencia de que el público o los usuarios no deben desplazarse a ninguna parte para poder disfrutarlas y pueden quedarse en casa, a su aire, viendo lo que más les guste en las condiciones que ellos establezcan. Además, las series también han alcanzado la gran pantalla con secuelas tardías en formato cinematográfico o spin-offs. Como es el caso reciente de El Camino: Una película de Breaking Bad o Deadwood: La película.

Fortnite y el radical cambio en los multijugador

Puede gustar más o puede gustar menos, eso está claro. Pero lo que no se puede negar bajo ninguna circunstancia es que Fortnite ha cambiado por completo el modo de entender los multijugador de los videojuegos desde su llegada. A pesar de que no inventó la rueda de los battle royale, Epic Games ha sabido captar a un tsunami de fans gracias a la combinación de elementos de construcción y shooter en tercera persona estándar. Fortnite se ha convertido en un producto único con la capacidad de reinventarse y añadir cada semana nuevo contenido, desafíos y misiones para sus usuarios. Además de actualizar constantemente el videojuego para que el mantenimiento de este sea impecable.

Fortnite ha tenido un impacto al que pocos podrán llegar. El mes pasado, con el inicio de su esperado Capítulo 2, consiguió que millones de personas estuvieran conectadas al streaming oficial de la compañía viendo cómo todo lo que se había construido durante diez temporadas era destruido. El famoso agujero negro se apoderó de las redes sociales y de internet, y cualquiera que no sea fan de Fortnite o seguidor de la obra se enteró de que el videojuego se había ido a pique. Epic Games, incluso, se atrevió a eliminar todo el contenido del juego de sus redes oficiales, como si Fortnite jamás hubiera existido.

Se mantuvo más de 48 horas inactivo. Sin permitir a los jugadores poder acceder a él y jugar con normalidad. Un lujo que, también, pocos pueden permitirse. Fortnite se ha convertido en un producto inmortal dentro de la industria de los videojuegos que, sin duda, va a pasar, o ya ha pasado, a la historia de los mismos y del entretenimiento digital por la estrategia que siguió Epic Games con el inicio de esta nueva etapa.

Nintendo Switch y la revolución de las consolas portátiles

Sí, Epic Games tiene la carta de los multijugador y los battle royale masivos, pero podríamos decir, a estas alturas, que Nintendo se ha quedado con la sorpresa y revolución de las consolas, tanto portátiles como de sobremesa. Ya hace un par de años que Nintendo Switch está con nosotros, y cada vez nos sorprende más y más. Hasta ahora, las consolas portátiles que habíamos tenido, a excepción quizá de PS Vita, era de una potencia limitada. Era evidente que los videojuegos que jugásemos en estas portátiles no podían ser de la misma potencia que las de un PC o consola de sobremesa. Y no es que con Nintendo Switch puedan ser igual de potentes, pero ahora sí que es posible poder jugar a obras como The Witcher 3, Doom o Wolfenstein II: The New Colossus en cualquier parte del mundo.

Un sueño hecho realidad para todos, puesto que ahora los fanáticos a los videojuegos también pueden disfrutar de títulos que hasta la fecha solamente habían estado disponibles en PS4, Xbox o PC. Combinando ahora los exclusivos de Nintendo con los juegos más “potentes” de las consolas de sobremesa habituales.


¿Qué es lo que más ha marcado tu década de los 2010?

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