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MANUEL

GONZÁLEZ DE CANDAMO IRIARTE1

Manuel González de Candamo e


Iriarte, más conocido como Manuel
Candamo, nació en Lima, el 14 de
diciembre de 1841. Era hijo de Pedro
González de Candamo y Astorga
(Valparaíso, 1799 – Lima, 22/1/1866)
y de Mercedes Iriarte Odría (¿? -
Lima, 1858). La pareja tuvo cuatro
hijos: Manuel, Carlos, Virginia y
Mercedes2.

Su padre llegó a nuestro país, como


coronel de milicias de la Expedición
Libertadora dirigida por el general
José de San Martín. Se dedicó a la
importación de trigo y otras
mercancías desde Chile. Multiplicó su
fortuna dedicándose a actividades
financieras, llegando a convertirse en
uno de los más ricos empresarios del
país. También participó en la
construcción del ferrocarril Lima –
Callao y en múltiples negocios.

Carlos Candamo Iriarte fue director


del Banco Anglo Peruano; socio de la Peruvian Guano Company Limited; y
ministro del Perú en Francia y Gran Bretaña. Donó tres mil libras esterlinas a una
suscripción entre peruanos para la construcción de seis lanchas torpederas para
nuestro país (1879). María de las Mercedes Candamo (1849-1929) se casó en
París con John Paul Bryce de Vivero; mientras que Virginia Candamo contrajo
matrimonio con Arturo Heeren, radicándose ambos matrimonios en Europa.

Manuel Candamo cursó sus estudios en el Colegio Nacional Nuestra Señora de


Guadalupe, donde ingresó en 1855. Los continuó en el Convictorio de San Carlos,
graduándose de bachiller en Jurisprudencia en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos (1862). Ejerció la docencia en el Guadalupe, donde tuvo a su cargo
los cursos de Aritmética, Literatura y Religión.

1
Fuente de la imagen: Wikipedia.
2
Mercedes Iriarte contrajo matrimonio con Juan Gastañeta, con quien tuvo un hijo: Othon
Gastañeta Iriarte.

1
En este mismo año fue elegido Presidente Constitucional de la República el
mariscal Miguel de San Román, quien murió en el cargo, siendo reemplazado por
el Primer Vicepresidente, general Juan Antonio Pezet (5/8/1863). La Constitución
de 1860 le facultaba completar el periodo constitucional del fallecido Presidente, el
que debía culminar en 1866. Un día antes ocurrió un incidente en la Hacienda
Talambo, en el departamento de Lambayeque, entre inmigrantes vascos y
agricultores peruanos, como resultado del cual un español resultó muerto y otros
cuatro quedaron heridos. El gobierno hispano designó a Eusebio Salazar y
Mazarredo Comisario Extraordinario para el Perú, lo que fue rechazado por las
autoridades nacionales por ser nuestro país un Estado soberano.

El 14 de abril de 1864 la escuadra española surta en el Callao se dirigió a las islas


guaneras de Chincha, las ocuparon e izaron su pabellón. Asimismo, el almirante
español Pinzón decretó un bloqueo al puerto del Callao, mientras su gobierno
envío cuatro buques de guerra para reforzar su armada y designó como nuevo jefe
de la misma al vicealmirante José Manuel Pareja. Al llegar a nuestro país Pareja
entabló negociaciones con el representante de nuestro gobierno, general Manuel
Ignacio de Vivanco, las que concluyeron con la suscripción del Tratado Vivanco-
Pareja (27/2/1865). Este tratado fue rechazado por la opinión pública, que lo
consideró humillante y contrario a los intereses nacionales. Tampoco fue aprobado
por el Congreso. En este contexto estalló en Arequipa una revolución encabezada
por el coronel Mariano Ignacio Prado. Pezet renunció al poder (8/11/1865).

Por entonces Manuel Candamo laboraba en El Comercio, en cuyas páginas


escribió diversos artículos contrarios al tratado Vivanco-Pareja y a la forma en que
el gobierno enfrentaba la crisis internacional, por lo que había sido deportado a
Chile. Candamo apoyó la revolución. Al triunfar este movimiento, ingresó a Lima
con el grupo de jóvenes liberales que reconocía como caudillo a José Gálvez
Egúsquiza, ex Presidente del Congreso de la República, quien, en su condición de
Ministro de Guerra, murió heroicamente en el combate efectuado en el Callao el 2
de mayo de 1866.

En 1867, por breve tiempo, se desempeñó como secretario de la legación peruana


en Santiago de Chile, de la que era ministro José Pardo y Aliaga. El mismo
año inició un viaje de estudios a Europa, Rusia, Japón, China y la India. Retornó al
Perú en 1872 y se afilió al Partido Civil, el que lanzó la candidatura de Manuel
Pardo y Lavalle a la Presidencia de la República, la que resultó victoriosa.

El 23 de octubre de 1873 contrajo nupcias con Teresa Álvarez Calderón Roldán


(Lima, 1850-1937), hija del abogado Manuel Álvarez Calderón Olaechea y de
Teresa Carmen Roldán Bedoya. El matrimonio Candamo – Álvarez Calderón tuvo
siete hijos: Carmen Josefina Teresa (27/8/1874-30/10/1946), María Teresa Luisa
Julia (19/8/1875-24/8/1953), María Mercedes (25/7/1877-29/11/1966), José
Manuel Rafael (24/10/1879-30/11/1883), José Rafael Víctor (23/12/1882-
26/3/1953), José Manuel Rafael Saturnino (29/11/1884-9/4/1908), y Ana María
Virginia (3/2/1889-9/4/1957).

2
3
María Teresa y María Mercedes Candamo Álvarez-Calderón

María Teresa Luisa Julia Candamo Álvarez-Calderón fue religiosa, asumiendo,


como tal, el nombre de Teresa de la Cruz. Fundó la Congregación Canonesas de
la Cruz (1919). En 1980 se inició su proceso de beatificación. María Mercedes
(María del Sagrado Corazón) acompañó a su hermana en la fundación de las
Canonesas de la Cruz, actuando como su secretaria y luego como Superiora
General de la Congregación. José Rafael Víctor se casó con Rosa Cavero Tello,
con quien tuvo una hija, Teresa Candamo Cavero, quien contrajo matrimonio con
Guillermo Picasso Perata. Virginia se casó con José de la Puente Olavegoya, de
cuya unión nacieron Teresa Virginia y el destacado historiador José Agustín de la
Puente Candamo.

Manuel Candamo fue un importante empresario, dedicándose, a lo largo de su


vida, a diversas actividades comerciales y financieras. Estuvo entre los promotores
del establecimiento y fue director del Banco Anglo Peruano, así como del Banco
Mercantil del Perú y otras instituciones financieras. Además, fue prior del Tribunal
del Consulado y presidente de la Cámara de Comercio de Lima.

Miembro del Partido Civil, fue un destacado colaborador del Presidente Manuel
Pardo y Lavalle. En defensa del orden constitucional comandó un batallón de la
Guardia Nacional que se trasladó al sur a enfrentar a los revolucionarios
encabezados por Nicolás de Piérola en Moquegua, quienes pretendían derrocar al
Jefe de Estado (1874). Los rebeldes fueron vencidos. Al año siguiente Candamo
viajó a París, representando al gobierno, con la finalidad de realizar negociaciones
3
Fuente: http://canonesasdelacruz.com/fundacion/

3
sobre nuestra deuda externa. Elegido teniente alcalde de Lima, se encargó
interinamente de la alcaldía de octubre a diciembre de 1876, reemplazando al
titular Ignacio de Osma. En 1877 fue nombrado socio de la Sociedad de
Beneficencia Pública de Lima, de la que fue director (1889-1892).

Manuel Candamo

El 5 de abril de 1879 Chile le declaró la guerra al Perú. El 9 del mismo mes


Candamo fue designado miembro de la Junta Central Administradora de
Donativos para la Guerra. Además de colaborar con recursos económicos,
participó como reservista en la batalla de Miraflores, librada el 15 de
enero de 1881. Después de la ocupación de la capital respaldó al gobierno
provisional del doctor Francisco García Calderón. Como éste se negase a realizar
concesiones territoriales, las autoridades chilenas lo detuvieron y lo desterraron a
su país. Candamo fungió en Lima como delegado del gobierno recaído en el
contralmirante Lizardo Montero hasta que los chilenos también lo detuvieron y
desterraron a Angol (Chile), junto con otros compatriotas (1/8/1882). En aquél
lugar tomó parte en las conversaciones efectuadas por los peruanos desterrados
con Cornelius A. Logan, ministro plenipotenciario de los Estados Unidos en Chile,
cuyo objetivo era precisar los términos para un acuerdo de paz (15/9/1882). Luego

4
fue trasladado a Chillán (20/11/1882-13/8/1883) y de allí a Valparaíso, donde
permaneció hasta la firma del Tratado de Ancón (20/10/1883).
Poco tiempo después de haberse establecido en nuestro país, el gobierno,
presidido por el general Miguel Iglesias, lo acusó de proporcionar recursos a las
fuerzas revolucionarias dirigidas por el mariscal Andrés Avelino Cáceres, razón
por la cual lo deportó a Iquique (1884).

Después de la victoria de Cáceres, Manuel Candamo fue elegido Senador por el


departamento de Lima (1886), cargo en el que fue reelegido (1990). Participó en la
fundación del Partido Constitucional o cacerista, cuya primera Junta Directiva
integró. Durante esta etapa de su trayectoria política, como cacerista, fue elegido
Presidente de la Cámara de Senadores en tres legislaturas: 1888, 1890 y 1892.
En su condición de Senador hizo campaña contra el Contrato Grace, el que fue
firmado el 25 de octubre de 1888 por Ántero Aspíllaga –en representación del
gobierno peruano– y Lord Donoughmore –representante del Comité Inglés de
Tenedores de Bonos de la Deuda Externa del Perú–. Por este convenio dicho
Comité liberaba a nuestro país del pago de la mencionada deuda, a cambio de la
entrega de la administración de sus ferrocarriles por 66 años, entre otras
concesiones. Sometido al Congreso para su aprobación, se abrió un amplio e
intenso debate sobre sus ventajas y desventajas para los intereses de la nación, la
que se prolongó durante varios meses. La minoría opositora se ausentaba de las
sesiones para dejar al Poder Legislativo sin quorum, hasta que la mayoría
gobiernista hizo vacar a estos congresistas y convocar a elecciones
complementarias, ganadas por los candidatos oficialistas, logrando finalmente la
aprobación del contrato. Luego de ello los bonistas ingleses crearon la
compañía The Peruvian Corporation y cambiaron sus bonos, que fueron anulados,
por acciones de la misma.

El primer gobierno de Cáceres culminó en 1890, cuando fue sucedido por el


coronel Remigio Morales Bermúdez, quien también pertenecía al Partido
Constitucional.

“Donde Candamo se elevó como un coloso y dio a vislumbrar todo el


temple y la belleza de su espíritu, haciendo a la vez derroche de enorme
elocuencia parlamentaria y de moral cívica, fue en su notable interpelación
al gabinete presidido por el doctor don Mariano Nicolás Valcárcel, durante
el gobierno de Morales Bermúdez, sobre las dolorosas consecuencias que
produjo la represión del movimiento revolucionario encabezado por el
patriota coronel Arturo Morales Toledo.

Candamo no fue un orador fogoso, ni de palabra seductora como


Manzanilla; pero sí un polemista de dialéctica acerada, de estilo
estrictamente sometido a las reglas del léxico, de argumentación
persuasiva y dominadora, hábil para la réplica; hay frases suya que han
alcanzado la inmortalidad y que se anuncian como verdades sin réplica,
de esas que dictan los grandes hombres de Estado.

5
«El poder es la tumba de la popularidad», exclamaba el gran tribuno en
uno de sus más notables discursos de estadista4”.

Durante el gobierno de Morales Bermúdez los civilistas se distanciaron de


Cáceres. El 14 de octubre de 1892 un grupo de parlamentarios, integrado por 34
senadores y 60 diputados se separó del Partido Constitucional. Con esta base
Candamo se dedicó a organizar una fuerza civil que se opusiera al militarismo, la
denominada Unión Cívica, la cual estuvo integrada por civilistas y partidarios del
doctor Mariano Nicolás Valcárcel, la que logró el control de ambas Cámaras
Legislativas.

Antes de que culminase su periodo gubernamental falleció Morales Bermúdez


(1/4/1894). Debía asumir la Jefatura del Estado el Primer Vicepresidente de la
República, doctor Pedro Alejandrino del Solar Gabás. Por entonces Cáceres se
hallaba en campaña electoral, apoyado por el gobierno, hecho doloso que del
Solar no tuvo reparos en señalar, por lo que se enemistó con los caceristas,
quienes lo consideraron un obstáculo para su candidato. Por ello el Consejo de
Ministros no le entregó el poder a él sino al Segundo Vicepresidente, general
Justiniano Borgoño, acérrimo cacerista. Cometiendo una nueva violación de la
Constitución, Borgoño disolvió el Congreso y convocó a elecciones con la
candidatura única de Cáceres, quien, obviamente, resultó vencedor e inició su
segundo gobierno (10/ago/1894).

La pérdida de legitimidad y popularidad motivaría el estallido revolucionario.


Candamo apoyaría la alianza de la Unión Cívica con el Partido Demócrata o
pierolista, formándose así la Coalición Nacional, que enfrentó al segundo gobierno
de Cáceres, teniendo como caudillo a Nicolás de Piérola. Las huestes
coalicionistas estaban conformadas por montoneros o guerrilleros, que surgieron
en diversas provincias del país, así como por voluntarios; mientras que el gobierno
de Cáceres contó con el respaldo del Ejército. Finalmente, Piérola ingresó
victorioso a Lima al frente de sus montoneras. Esta guerra marcó el inicio de la
denominada República aristocrática.

Tras el triunfo de la revolución y la renuncia del Presidente de la República,


mariscal Andrés Avelino Cáceres, Candamo asumió la Presidencia de la Junta
Provisional de Gobierno y el Ministerio de Relaciones Exteriores (20/3-8/9/1895),
la cual tuvo un carácter transitorio dirigido al restablecimiento del orden
constitucional. La Junta estuvo integrada, además, por: Ricardo Wenceslao
Espinoza, Ministro de Gobierno, Policía y Obras Públicas; Luis Felipe Villarán,
Ministro de Instrucción Pública, Culto, Justicia y Beneficencia; J. Enrique
Bustamante y Salazar, Ministro de Marina y Guerra; y Elías Malpartida, Ministro de
Hacienda y Comercio. En su mensaje al Congreso Nacional, el 28 de julio de
1895, Manuel Candamo informó a la Representación Nacional que… “En la
situación política que resultó de tales circunstancias, la acción del nuevo gobierno

4
Benvenutto, Neptalí, Parlamentarios del Perú contemporáneo 1904-1921, tomo I, pp. 10-11. Lima,
1921.

6
tuvo que ser contraria en algunas ocasiones a las corrientes de opinión formadas
por el interés de los partidos dominantes, por la exaltación de los ánimos al salir
de la prolongada y sangrienta lucha entre el poder militar y el poder superior de la
opinión pública, y por la natural exigencia de una sanción justiciera y reparadora.
Gobierno de concordia, sujeto a la Constitución del Estado, nacido de las
estipulaciones de un pacto solemne, la Junta de hallaba en el imprescindible deber
de hacer efectivas las garantías que la ley acuerda a los derechos de todos, sin
deducir contra nadie responsabilidades políticas del pasado y sin erigirse en
ejecutora de programas que no tenía encargo de realizar”.

El Gobierno restableció la libertad de prensa y el 14 de abril, a través de un


decreto, convocó a elecciones generales para la reconstitución de los Poderes
políticos, en conformidad al pacto que dio existencia a la Junta de Gobierno.
Asimismo, dejó al Poder Judicial la tarea de castigar a los funcionarios salientes
que hubiesen infringido las leyes de la República. Por otra parte, dispuso la
renovación de las autoridades; compensaciones económicas para las huestes de
la coalición; el licenciamiento de las tropas leales a Cáceres; la reorganización de
la Policía; el restablecimiento de los servicios públicos –como los de correos y
telégrafos–; y la reparación de muelles –entre ellos los de Supe, Pacasmayo y
Salaverry–, y caminos –como el de Tarma a Chanchamayo.

La Junta de Gobierno carecía de los recursos fiscales para hacer frente a las
necesidades mínimas del funcionamiento del Estado, por lo que concertó con los
bancos de la capital un empréstito de cien mil soles y reorganizó las rentas
públicas. Adicionalmente, para determinar las posibles irregularidades en la
administración de las aduanas y tesorerías, se nombró visitadores y tres
comisiones investigadoras: una que se ocupara en el examen de los contratos
fiscales ajustados por la última administración; otra en la manera como se había
invertido los caudales públicos; y la tercera que inspeccionase especialmente la
marcha de la Aduana del Callao.

En las elecciones resultó electo Presidente Constitucional de la República Nicolás


de Piérola. Candamo fue designado presidente de la junta directiva del Partido
Civil. En 1896 resultó elegido Senador por el departamento de Lima y luego por
Lambayeque, entre 1899 y 1902, llegando a presidir su Cámara en 1897 y
en 1901. Por otra parte, Candamo fue elegido Presidente de la Cámara de
Comercio de Lima (1896-1903) y participó en el establecimiento de la Sociedad
Anónima Recaudadora de Impuestos (9/1/1896).

En 1903 la alianza electoral conformada por el Partido Civil y el Partido


Constitucional (cacerista) lanzó la candidatura de Manuel Candamo a la
Presidencia de la República. En su programa de gobierno figuraban el
fortalecimiento del Estado de Derecho, la reforma de la administración de justicia,
la Cancillería, el Tribunal Mayor de Cuentas y las aduanas; la modernización del
Ejército, la Armada y la Policía; el nombramiento de personalidades adecuadas
para las prefecturas y subprefecturas; la reforma del Presupuesto General de la

7
República; la asunción de la instrucción pública por el gobierno; y el
mantenimiento de relaciones armoniosas entre el Estado y la Iglesia.

Nicolás de Piérola, alegando falta de garantías, se abstuvo de participar.


Candamo, como candidato único, obtuvo el 99% de los votos válidamente
emitidos. El 8 de setiembre de 1903 inició su mandato, el que debía durar hasta
1907, pero solo gobernó ocho meses, pues enfermó gravemente (8/9/1903-
7/5/1904). El 11 de setiembre de 1903 el Presidente Constitucional de la
República, Manuel Candamo Iriarte, asumió la primera magistratura de la nación.
En su mensaje a la Representación Nacional afirmó:

“En el orden económico, las Cámaras y el Ejecutivo deben consagrarse,


de toda preferencia, al estudio concienzudo de las cuestiones
referentes a vías de comunicación, irrigación de terrenos de la costa e
inmigración extranjera, a fin de darles soluciones prácticas, compatibles
con las circunstancias del país y los recursos del erario. A ellas están
en gran parte vinculados el desarrollo de las industrias, el aumento de
la riqueza y el progreso nacional; y son ellas las que, en el día,
interesan más vivamente a la opinión pública, fatigada ya de estériles
agitaciones políticas, y ansiosa de que la nación aplique sus fuerzas a
empresas útiles que nos hagan adelantar y prosperar.

Son igualmente asuntos de altísima importancia, y que los Poderes


Públicos deben considerar con la mayor solicitud, la educación
industrial y, particularmente, la enseñanza de las artes mecánicas en
planteles destinados a ese exclusivo objeto, y de los cuales no puede
carecer ningún país, regularmente organizado.

Me propongo solicitar, por de pronto, la autorización legislativa


correspondiente para establecer en la República, una escuela de artes
y oficios, con arreglo a los adelantos modernos, haciendo venir de
Europa el director, los profesores y el material necesario para ello 5”.

Candamo nombró el Gabinete ministerial integrado por José Pardo y Barreda,


Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Relaciones Exteriores;
Augusto B. Leguía, Ministro de Hacienda y Comercio; Juan de Dios de la
Quintana, Ministro de Gobierno; Francisco J. Eguiguren, Ministro de Justicia e
Instrucción; Pedro E. Muñiz, Ministro de Guerra y Marina; y Manuel C. Barrios,
Ministro de Fomento. Como vemos, dos futuros presidentes de la República
(Pardo y Leguía) integraron el gabinete del Presidente Candamo.

Durante su breve periodo gubernamental Candamo realizó algunas importantes


obras, entre ellas:

5
Ayllón Dulanto, Fernando, Mensajes Presidenciales y otros documentos para la historia política
del Perú. Sitio Web del Museo del Congreso y de la Inquisición.

8
 Dotó a los institutos militares de nuevos servicios de administración y
sanidad, proyectó la adquisición de algunos elementos navales e inició el
proyecto de mejoramiento de las defensas del puerto del Callao.
 Creó la Dirección de Salubridad Pública.
 Estableció un instituto de enseñanza de Artes y Oficios.
 Fomentó los estudios de la geografía nacional, los del Cuerpo de Ingenieros
de Minas, los de agua subterránea y algunos otros.
 Inició una enérgica política ferrocarrilera, presentando al Senado un
proyecto para el estudio y construcción de ferrocarriles en distintos lugares
de la República. La ley respectiva fue promulgada el 30 de marzo de 1904.
 El 14 de febrero de 1904 inauguró el primer tranvía eléctrico, el que cubría
la ruta Lima-Chorrillos, con un total de 14 km de recorrido.
 A fin de incrementar los ingresos fiscales estableció contribuciones sobre
algunos productos, como el azúcar, los fósforos y las bujías.
 Buscó en el arbitraje internacional la solución a algunas de las diversas
cuestiones internacionales pendientes con otros países.
 Creó becas y envió a estudiar al extranjero para su perfeccionamiento
profesional a cierto número de jóvenes.
 Envió al Congreso los proyectos de reforma de las leyes electoral y de
imprenta.

Cabe agregar que por entonces Pedro de Osma y Pardo fundó el diario La Prensa
(23/9/1903), vocero del pierolismo, el que sería uno de los más importantes del
Perú y subsistiría, con intervalos, hasta 1984.

Debido al delicado estado de salud del Presidente Candamo su médico, el francés


Félix Larré, le aconsejó viajar a los Baños de Jesús, en Arequipa, para que
siguiera un tratamiento. El 12 de abril de 1904, acompañado por su esposa y sus
hijas Teresa y María, se embarcó en el vapor Guatemala con dirección al puerto
de Mollendo (Arequipa). De Mollendo la comitiva se dirigió a Arequipa, donde el 18
de abril encargó el Mando Supremo al doctor Serapio Calderón, Segundo
Vicepresidente de la República, pues el doctor Lino Alarco, Primer Vicepresidente,
había fallecido antes de ser proclamado.

En la ciudad de Arequipa, a las 4:30 a.m. del sábado 7 de mayo de 1904,


Candamo sufrió un síncope cardíaco. A las 7:30 a.m. volvió en sí y llamó a sus
familiares, de quienes logró despedirse. Falleció a las 7:45 de la mañana. Lo
acompañaban los sacerdotes jesuitas reverendos padres Próspero Malzieu y
Remigio Zevallos, quienes le dieron auxilio espiritual. También se encontraban con
el Jefe de Estado los coroneles Domingo J. Parra, Prefecto de Arequipa; Mariano
Bustamante, edecán; y Vicente Ugarte, jefe del Batallón N° 5. Igualmente, el
comandante Andrés Cateriano, el mayor Juan Díaz y el capitán Carlos La Jara; el
doctor Francisco Tudela y Varela, su secretario privado; el señor Felipe Pardo y su
médico, el doctor Félix Larré. Inmediatamente que se supo la noticia acudió un
enorme gentío a la Prefectura de la Ciudad Blanca, donde se colocó el Pabellón
Nacional a media asta, mientras que en la Catedral las campanas realizaban el
toque de sede vacante.
9
Como refieren sus descendientes, os historiadores José Agustín de la Puente
Candamo y José de la Puente Brunke, Manuel Candamo:

“Fue un hombre que solía buscar el entendimiento y la conciliación; no era


agresivo ni violento. Preciso en la presentación de sus puntos de vista,
nunca ofendía a la persona con quien dialogaba y sus razonamientos, más
que emotivos, seguían una lógica muy clara. Fue un orador sobrio, directo,
sin retórica innecesaria, y a la vez muy buen polemista: «Servíanle de
eficaz ayuda una excelente memoria y una voz sonora, agradable, cuyos
tonos se mantenían fijos. Jamás leyó en público. En el silencio de su
gabinete concebía las ideas principales, elevadas, consistentes; las
escribía como apuntes, sin redondearlas desde el punto de vista literario;
las repetía, delante de uno o dos amigos; todo lo demás lo dejaba para la
facilidad y corrección de su verbo y para el calor de la improvisación»6”.

7
Capilla ardiente en Arequipa con el cuerpo del presidente Candamo después de su muerte .

El 8 de mayo los restos del Presidente estuvieron expuestos al público en la


capilla ardiente, arreglada en la Prefectura, que fue visitada por numerosas
personas. Luego los miembros de la Juventud Civilista trasladaron su ataúd en
hombros a la Catedral. Los restos del Presidente fueron conducidos al puerto de
Mollendo, donde fueron embarcados en el crucero Constitución con rumbo al
Callao, arribando el jueves 12 de mayo. En este lugar fueron recibidos por las
autoridades y transportados en el ferrocarril inglés hasta la Estación de San Juan

6
De la Puente Candamo, José Agustín; De la Puente Brunke, José (editores), El Perú desde la
intimidad. Epistolario de Manuel Candamo (1873-1904), p. 47. Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, Lima, 2008.
7
Fuente: Wikipedia.

10
de Dios en Lima (actual Plaza San Martín). La comitiva siguió por el jirón de la
Unión hasta el Convento de Santo Domingo, donde se realizaron las exequias. El
gobierno declaró Duelo Nacional los días 12, 13 y 14. Los restos del Presidente
fueron trasladados a la Catedral de Lima, donde culminaron las ceremonias, luego
de lo cual fueron llevados, en hombros de la Juventud Civilista, hasta a Plaza de la
Inquisición, donde fueron depositados en una carroza fúnebre y conducidos al
Cementerio.

José Pardo y Barreda, Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de


Relaciones Exteriores, en el discurso pronunciado, a nombre del Poder Ejecutivo,
durante las exequias, afirmó:

“Quienes tuvimos la honra inmerecida de colaborar a su lado, de recibir


día a día los estímulos de su aliento y sus consejos, en las labores de la
administración y en la intimidad de la vida, lloraremos siempre al
mandatario ejemplar y al amigo inolvidable.

Quiera el cielo, en bien del Perú, que al ciudadano a quien la nación va a


designar para reemplazarlo, continué realizando sus patrióticos anhelos,
imite la austeridad de su vida pública y se inspire en la nobleza de su
espíritu.
Solo así se enjuagará las lágrimas de la nación.

Manuel Candamo: el Todopoderoso os habrá concedido el lugar que tiene


reservado para los bienhechores de los pueblos8”.

A su vez, Isaac Alzamora, Presidente del Partido Civil, sostuvo:

“Candamo se impuso al Partido y, después, al país, por la práctica de las


más altas virtudes republicanas.

Clara y positiva visión de las cosas, firmeza en sus propias convicciones,


benévola tolerancia para las ajenas, justicia y honradez acrisolada para
con los suyos y con los extraños, abnegación y desinterés absolutos en
toda su conducta pública; tal fue el conjunto de magníficas cualidades que
hicieron de él hace mucho tiempo, uno de los hombres más notables del
país9”.

8
Diario Oficial El Peruano, 20 de mayo de 1904.
9
Diario Oficial El Peruano, 20 de mayo de 1904.

11
Primer monumento a Manuel Candamo

Manuel Candamo fue sepultado en el mausoleo familiar ubicado en el cuartel San


Lino. El 20 de noviembre de 1906, a través de la Resolución Legislativa N° 347, se
mandó erigir un monumento en homenaje al Presidente Candamo, lo que se
cumplió durante el primer gobierno del Presidente Augusto Bernardino Leguía
Salcedo (1908-12). La estatua, atribuida al artista Líbero Valiente, fue colocada en
el Parque Neptuno, cercano al Paseo Colón10. El artista representó a Candamo
delante del sillón de Pizarro. Tiempo después manos desconocidas dinamitaron la
escultura, pero el sillón quedó intacto. Durante el segundo gobierno del Presidente
Leguía se inauguró un nuevo monumento, realizado por el escultor peruano
Artemio Ocaña (1926).

El 9 de mayo de 1904, dos días después de la muerte de Candamo, el Segundo


Vicepresidente de la República y Encargado del Poder Ejecutivo, Serapio
Calderón, convocó a elecciones de Presidente y Vicepresidentes de la República,
las que se efectuaron entre el 9 y el 12 de agosto. En ellas resultó victorioso José
Pardo y Barreda, del Partido Civil, quien había sido Presidente del Consejo de
Ministros del extinto Jefe de Estado, el que obtuvo 96.430 votos válidos; los votos
nulos y blancos llegaron a 1.289 y en total sufragaron 97.719 ciudadanos.

10
http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2010/02/26/el-monumento-al-presidente-manuel-
candamo/

12
Segundo monumento al Presidente Manuel Candamo

El jueves 28 de julio de 1892, en la sesión de instalación de la Legislatura


Ordinaria, don Manuel Candamo, electo Presidente de la Cámara de Senadores,
pronunció el siguiente discurso:

DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE SENADORES,


MANUEL CANDAMO IRIARTE

Honorables señores Senadores:

Estoy profundamente agradecido por la prueba de confianza con que me habéis


honrado, encargándome la dirección de vuestras importantes labores; y animado
del firme propósito de corresponder dignamente a ella, procediendo en el
desempeño de mis atribuciones con todo el celo, toda la independencia y toda la
imparcialidad que tenéis derecho de exigir, y que son indispensables para el mejor
éxito de vuestros trabajos, para el orden en los debates y para acatar como se
debe la iniciativa y libertad de opiniones de los representantes.

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En los más interesantes asuntos de que tratarán las Cámaras en la presente
Legislatura, figura, en primer término, la Ley de Presupuesto, con la cual se
relacionarán los proyectos que debe someternos el Ejecutivo para aumentar los
ingresos y disminuir los gastos públicos, a fin de conciliar solemnes compromisos,
recientemente contraídos con las imprescindibles necesidades del Estado.

En el estudio y resolución de esas graves cuestiones debemos proceder con


ánimo despreocupado, sin el inútil recuerdo de opiniones anteriores, acatando los
hechos legalmente consumados, y dispuestos a hacer todo género de esfuerzos
para dejar a salvo el crédito del país, sin desatender las exigencias de una
administración regular, aunque modesta.

Debemos, igualmente, arrojar de nosotros cualquier amargo recuerdo de la


reciente lucha electoral, y creo que interpretareis fielmente vuestros elevados
sentimientos y el respeto que tenéis a las resoluciones de la Cámara, dando a
nombre de todos la más cordial enhorabuena a los honorables compañeros que
han venido a ocupar los asientos que dejó vacantes el último sorteo.

Procuremos, señores Senadores, que las diferencias de opiniones políticas no


perturbe el criterio con que debemos apreciar las necesidades del país y los
medios de satisfacerlas; procuremos que el espíritu de partido no convierta en
arsenal de combate cuestiones que no son políticas sino eminentemente
nacionales; procuremos guardar la más perfecta armonía con el Poder Ejecutivo, y
consagrémonos con todo empeño a la obra de mejorar la penosa situación en que
hoy vemos al Perú11.

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Artículo elaborado por Fernando Ayllón Dulanto. Sitio Web del Museo del Congreso y de la
Inquisición.

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