14. La misa es la celebración más grande que un cristiano pueda
vivir; en ella recordamos y renovamos el sacrificio que Jesús
hizo por nosotros en la Cruz y la maravillosa realidad de la
Resurrección.
Jesús, durante la última cena de su vida, tomó el pan y el Vino
y dándolos a los apóstoles dijo: ´Esto es mi Cuerpo« Esta es
mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, Derramada
por vosotros«µ
En la Misa, al repetir estas palabras, el sacerdote revive y
renueva el gesto de Jesús que instituyó el sacramento de la
Eucaristía consagrando el pan y el vino.