Los Centros para Enfermedades, Control y Prevención (CDC, por sus siglas en inglés), que constituyen la agencia de salud pública de Estados Unidos, han informado que durante el año pasado se reportaron más de 3,700 casos de sífilis congénita en Estados Unidos. La cifra supone que la cantidad de bebés que nacieron con el padecimiento aumentó cerca de 11 veces en comparación con lo registrado hace una década.
El reporte más reciente de la agencia explica que alrededor del 90% de las incidencias pudieron evitarse con pruebas de detección tempranas y tratamientos adecuados. El 38% de los infantes infectados nacieron de mujeres que no recibieron atención prenatal. De las personas que tuvieron al menos una cita durante el embarazo, el 30% jamás se realizó un examen para detectar sífilis, mientras que de las pacientes que dieron positivo a la enfermedad, el 88% no fueron atendidas o recibieron tratamiento inadecuado.
Laura Bachmann, directora médica de la división de prevención de enfermedades de transmisión sexual de los CDC, dijo en entrevista para The New York Times (NYT) que “la sífilis en bebés continúa aumentando y la situación es terrible. Un caso es un indicio de un colapso en la infraestructura de salud pública, ahora tenemos 3,700 contagios".
La enfermedad de transmisión sexual puede provocar abortos espontáneos y muerte fetal. Los bebés que sobreviven están expuestos a padecer ceguera, sordera y sufrir graves retrasos en el desarrollo. Los CDC estiman que el año pasado la afección provocó 231 decesos fetales y 51 fallecimientos infantiles.
Hace dos décadas, la sífilis quedó casi erradicada en Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades de salud alertaron sobre un aumento de 74% en los casos registrados entre 2017 y 2022. Durante el periodo, se contabilizaron 177,000 contagios.
La crisis de sífilis se agrava por falta de atención y medicamentos
El incremento responde, en buena medida, a una caída en la atención preventiva de rutina y una mayor adopción de alternativas de telesalud para el cuidado prenatal, estiman los especialistas.
Natasha Bagdasarian, directora médica del estado de Michigan, afirma que “hay una falta de conciencia entre las mujeres en edad fértil de que la sífilis todavía existe y que puede afectarlas. Desconocen cuáles podrían ser las consecuencias para el feto”, reporta el NYT.
Los CDC recomiendan, como medida de contención, realizar pruebas de detección de sífilis desde la primera consulta prenatal o tan pronto como se identifique el embarazo. Para mujeres con alto riesgo de infección debido a sus condiciones de vivienda, uso de sustancias y hábitos sexuales, la agencia sugiere realizar un examen de diagnóstico a las 28 semanas de gestación y en el momento del parto.
Los expertos indican que la situación se agrava ante la escasez de medicamentos para el tratamiento de la afección en pacientes gestantes. En su primera etapa, la sífilis en una mujer embarazada se pueden tratar con una sola dosis de penicilina G benzatínica. El antibiótico se comercializa como Bicilina por Pfizer. En junio, el laboratorio advirtió a la Administración de Alimentos y Medicamentos que el activo escaseaba debido al fuerte aumento en la demanda. Una alternativa es la doxiciclina, pero no se recomienda durante la gestación.
"La tecnología de prueba de sífilis realmente no ha cambiado en muchas décadas", sentenció Laura Bachmann, directora médica de la división de prevención de enfermedades de transmisión sexual de los CDC.
La Coalición Nacional de Directores de Enfermedades de Transmisión Sexual calificó el aumento de sífilis congénita como “una crisis vergonzosa” acelerada por recortes de fondos y obstáculos burocráticos. Esta semana, el organismo solicitó 1,000 millones de dólares en fondos federales y la institución de un coordinador de respuesta a la sífilis en la Casa Blanca para detener el problema.
