Integración emocional: la importancia de las emociones y sentimientos

Aunque el título del post suene a tarea aburrida sacada de la primera página de Psicología encontrada en Google o un copy paste de lo que dice Wikipedia, prometo que no es eso, no es una investigación aburrida o cosas de auto superación y motivación que dan flojera; me encantaría contarles mi experiencia con una técnica que he estado trabajando con mi terapeuta llamada «Integración emocional» y donde se involucran los sentimientos y las emociones.

Hace algunos meses empecé a trabajar con mis primeras psicólogas, Sharon y Mary, en la exploración de mis reacciones físicas y mentales cuando me pasaba algo que me afectaba mucho; estaba aprendiendo a sentir e identificar de dónde venía todo eso, en pocas palabras, estaba aprendiendo a sentir, a identificar emociones y a hablar abiertamente sobre cómo me siento sin reprimir nada.

¡Qué irónico! Siempre pensé que la inteligencia emocional y el control de emociones y sentimientos se trataba de reprimirlos, de no mostrarle a nadie cómo me sentía, de no llorar frente a las personas; prácticamente, creí que todo eso se trataba de demostrarle a las demás personas que yo no tenía emociones y sentimientos «negativos» o «malos», sólo se trataba de mostrar todas esas cosas «buenas». Me lo creí porque esa idea fue reforzada en mi familia por mucho tiempo y por Luis, que se enojaba y le cagaba que hablara de lo mal que me sentía y de que llorara, decía que era una dramática que no podía controlarse, una manipuladora y que sólo quería llamar la atención.

Callarme y no hablar de cómo me sentía o de lo que afectaba y molestaba, siempre me salía contraproducente porque de tanto que me callaba, llegaba un punto donde se me acumulaba todo y explotaba por dentro y ahí sí lo exteriorizaba; pero lo hacía de la peor forma, el «drama» era monumental, sacaba todo lo malo que me había callado y todo salía en forma de reproches.

Trabajando con Paty, mi nueva terapeuta, me di cuenta de que todo lo que hacía, callándome y guardándome todo, era lo peor que podía hacer. Necesitaba sentir todo eso, aceptarlo y vivir todo ese sufrimiento que sentía dentro de mi ser, para poder liberarme de eso, para soltarlo, para que ya no doliera tanto… para diluir todo ese dolor interno que sentía y tener paz interna. Con Paty estoy trabajando en integrar mis emociones. Esto es algo que dicen los expertos sobre esta técnica:

La Integración Emocional (IE) es una técnica terapéutica basada en la identificación de patrones y máscaras del ego para desde ahí, y utilizando nuestra capacidad de estar conscientes, poder disolver cualquier tipo de malestar, sufrimiento o problema como pueden ser depresión, ansiedad, tristeza, soledad, rupturas de corazón, insomnio o simplemente desarrollar un profundo crecimiento personal y autoconocimiento.

Esta técnica es utilizada a diario por miles de personas para su propio uso así como por profesionales del sector (psicólogos, psiquiatras y terapeutas) como herramienta en sus consultas. 

Escuela de Integración Emocional.

Básicamente, es dejar de huir de nuestros sentimientos y emociones, es dejar de estar en guerra y en conflicto con nosotros mismos y todo lo que sentimos. La integración emocional implica ser honestos con nosotros mismos, reconocer nuestros sentimientos y emociones, y dejar de tener miedo a sentir. Cuando queremos esconderlo y negarlo, vivimos en una mentira, fingimos que estamos increíblemente bien, pero por dentro nos estamos haciendo pedazos. En mi caso, mi integración emocional es reconocer que extraño un chingo a Luis y que tengo mucho miedo de no encontrar a otro hombre, literalmente es aceptar y decir «¡A la chingada, todavía quiero y extraño un chingo a Luis!»

Bueno antes de seguir con lo de la integración emocional, creo que es importante diferenciar entre emociones y sentimientos. Para empezar a aceptar lo que llevamos dentro, hay que diferenciar primero qué es qué y nombrarlos propiamente:

Una emoción es una reacción neuroquímica y hormonal ante un estímulo externo (algo que escuchamos, vemos, oímos, etc.) o interno (como un recuerdo de algo). De acuerdo a los expertos, es algo transitorio, no permanente, que nos saca de nuestro estado normal y nos impulsan a actuar con predisposición de cierto modo.

Un sentimiento es la transformación de una emoción después de haberla hecho consciente; es decir, además de implicar una reacción automática, espontánea e incontrolable, un sentimiento también implica etiquetar la emoción y emitir un juicio sobre ella. En palabras de los expertos, es la suma de una emoción y un pensamiento, donde hay una valoración consciente de la emoción y de la experiencia subjetiva de ella.

Las emociones son energía moviéndose por nuestro cuerpo que se estanca si las reprimimos, que nos impulsan a la acción, son más intensas y duran más tiempo que los sentimientos, los cuáles duran el tiempo que pensemos en ellos. La diferencia más clara entre una emoción y un sentimiento es que la emoción es algo básico y primitivo que aparece automáticamente después de un estímulo; mientras que un sentimiento incluye la capacidad de pensar y reflexionar de manera consciente sobre lo que sentimos.

No les voy a mentir, todo este tema de dejar de negar todo lo que siento, ha sido extremadamente complicado porque es como un golpecito a mi ego y orgullo, pues implica reconocer y aceptar todo eso que oculto y me niego a aceptar y reconocer por miedo, vergüenza u orgullo. La Integración Emocional implica ser humildes y aceptar todo eso que no queremos aceptar y por no aceptarlo nos sigue afectando.

Paty me enseñó a hacer mis integraciones emocionales en forma de meditación; les voy a explicar más o menos las etapas de esta meditación donde primero debo traer a mi mente una situación que me esté afectando mucho y, básicamente, la voy desmoronando para identificar esas emociones y sentimientos que me tienen, de cierta forma, atada a ella y no me permiten avanzar:

  1. Como ya les comentaba, primero traigo a mi cabeza esa situación que me está afectando y la revivo para empezar a experimentar las emociones que me provoca. Identifico en qué parte del cuerpo las siento y me permito sentir ese malestar e incomodidad; dejo que fluya y observo qué siente mi cuerpo y dónde se siente.
  2. Luego de aceptar ese malestar e incomodidad sin juzgarme o juzgar si es bueno o malo, debo identificar porqué me empeño en negarlo u ocultarlo, identifico si es por miedo, vergüenza u orgullo.
  3. Una vez aceptadas esas negaciones, identifico las emociones que provoca en mí, es decir si esas negaciones que siento son impulsadas por el abandono, rechazo o culpa.
  4. Después, me toca identificar el rol que ha ocupado mi ego ante esa situación; debo de identificar si dentro de esa situación que me tiene inquieta he adoptado un papel de víctima, perseguidora o salvadora.
  5. Posteriormente, debo identificar qué técnicas o herramientas he ocupado junto con mi ego, es decir, si he utilizado el control, la manipulación o el poder.
  6. Tras haberme sincerado con los roles y las herramientas del ego (para mi la parte más difícil, pues implica una total honestidad conmigo misma), debo identificar las expectativas que tengo respecto a esa situación: falsas esperanzas, completa seguridad o egocentrismo.
  7. También, debo identificar mis necesidades respecto a esa situación y qué es lo que pretendo con el cómo actúo respecto a esa situación: si quiero obtener, acumular o lograr algo.
  8. Finalmente debo identificar si esa situación me hace experimentar un apego mental, emocional o físico.

Este proceso de sentir e identificar emociones es muy muy complicado para mi por lo que mencionaba, implica honestidad conmigo misma, y porque es ese momento de rendirme, de dejar de pelear conmigo y dejar de hacerme la fuerte, volverme vulnerable y llorar todo eso que había reprimido. La meditación continúa con respiraciones profundas para oxigenar el cerebro y sentir tranquilidad, uno de los objetivos es justo eso, ver que podemos sentir paz y tranquilidad aún cuando esa situación no está resulta; nos ayuda a relajarnos para observar mejor y decidir, de manera consciente y tranquila, cómo vamos a actuar ante ella.

En lo personal, Paty y esta técnica, son las que me literalmente, me han salvado la vida, me han enseñado muchas cosas, la más importante es la humildad, el reconocer lo que siento verdaderamente. No les voy a mentir, es muy complicado hacer esto, no soy experta pero para nada, pero he tenido grandes avances gracias a esto. Necesitamos practicar y practicar hasta «dominar» esta técnica; en un principio me tardaba horas en ese proceso de identificación porque me era muy difícil aceptar todos esos sentimientos y emociones después de ser una master en negarlos y esconderlos; ahora sigo tardando mucho, pero ya no son horas y horas tratando de identificar y aceptar todo eso que me afecta.

¿Les recomiendo practicar esto? Sí, definitivamente sí, super sí, do it now! Va a ser complicado al inicio, no les voy a mentir, pero sin duda, también he vivido y experimentado los beneficios, y créanme, es lo más increíble y liberador del mundo, es como si te quitaran todas esas piedras super pesadas que estuviste cargando durante mucho tiempo. Si les interesa hacer esto y no saben cómo empezar o simplemente no tienen los medios para acceder a una terapia de este tipo, les recomiendo escuchar a una mujer que descubrí y complementan mis meditaciones de integración emocional. Se llama Gurucitta y esta es su página web y su canal de YouTube donde tiene ejercicios de integración emocional bastante cool.

2 comentarios en “Integración emocional: la importancia de las emociones y sentimientos”

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.