Este crecimiento se deriva principalmente de la expansión del Programa Nacional de Salud en 2007, lo que representa nuevos retos para los proveedores de soluciones logísticas entre las que destacan llegar a los mercados en expansión de las comunidades rurales, atender nuevos canales de distribución y el manejo de las presiones por reducir los costos.
“Los clientes de dispositivos médicos están pidiendo a los proveedores que ofrezcan soluciones de cadena de suministro personalizadas y con mayor valor agregado, tales como una variedad más amplia de productos y equipo, nuevas configuraciones para las entregas y tiempos de servicio tan cortos que van desde dos a cuatro horas”, detalló el documento.
Por igual las visitas a centros de distribución y puntos de entrega cada vez son más frecuentes, lo que obliga a operadores a ampliar sus horarios y rutas, además de ser cada vez más justos con los tiempos de entrega.
Estos requerimientos de servicio están motivados por la creciente sofisticación y calidad de la atención médica en México, por que los doctores en los hospitales tienen mayor acceso a información sobre los más recientes procedimientos, equipo y tratamientos.
También se requiere que los productos especializados incluyan kits de procedimiento y paquetes de producto y se espera que la mercancía esté disponible justo cuando es necesaria. La carga la tienen los hospitales, y por ende los fabricantes, al tener que satisfacer estos requerimientos sin dejar de controlar los costos, y la presión por el ahorro afecta tanto a los sectores público y privado.
Asimismo refiere que el país es un lugar atractivo para las empresas internacionales que fabrican dispositivos médicos, principalmente porque los costos de manufactura son 23% más baratos que en Estados Unidos y la cercanía con este mercado, lo que incentiva el perfeccionamiento para el cruce transfronterizo de mercancías.