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Meridian Brothers y la Orquesta de Instrumentos Andinos: una mirada desde adentro al XXI Festival Internacional de Música Sacra de Quito

El concierto inaugural de esta edición del Festival de Música Sacra de Quito (FIMUSAQ) contará con la participación de dos agrupaciones musicales diversas, en una propuesta de colaboración binacional entre Ecuador y Colombia. Este viernes, 24 de abril a las 19h00, el Teatro Nacional Sucre será el escenario para una presentación única, con el estreno mundial de 3 obras comisionadas, para la Orquesta de Instrumentos Andinos y la agrupación colombiana de neotropicalismo, Meridian Brothers. 

Esta propuesta curatorial para el Festival se da gracias a una gestión cultural entre la Fundación Teatro Nacional Sucre y la agencia artística-cultural Nova et Vetera, con sede en Bogotá. La presente entrevista recoge los testimonios de tres voceros: Santiago Gardeazabal, creador de Nova et Vetera; Eblis Álvarez, compositor de las obras y director musical de Meridian Brothers; y Jorge Cela, director de la Orquesta de Instrumentos Andinos, para descubrir el proceso creativo detrás del concierto inaugural del FIMUSAQ 2023. 

SANTIAGO GARDEAZABAL, Nova et Vetera

¿Qué trabajo realiza Nova et Vetera?

SG.- Nova et Vetera es una organización cultural independiente, experta en la curadoría de músicas de vanguardia, que asume diferentes funciones en el campo de las artes escénicas para la dirección artística, la programación de espectáculos contemporáneos, pero también realizamos las funciones propias de una agencia de contratación y representación de artistas. Proporcionamos contenidos de valor para la educación, transmisión de saberes y oficios, en pro de las formación artística y la formación de públicos. En cierto modo, es una labor para facilitar y promover la circulación de talentos en diálogo con diversas disciplinas artísticas; impulsar la creatividad y el pensamiento crítico intercultural desde y hacia América Latina.

Nova et Vetera es una agencia pequeña e independiente. Yo la cree hace diez años con base en Bogotá, pero opera en diferentes lugares en Sudamérica. Hemos hecho Festivales en París, México, estamos por hacer un Festival en Brasil con un proyecto que se llama “Colombia, un cartel contemporáneo”, en el que justamente estamos validando los encargos y comisiones de obras a compositores casi siempre colombianos, de repertorios contemporáneos.

¿Cómo se mentalizó el proyecto que se presentará en el Festival de Música Sacra de Quito?

SG.- Este proyecto tiene vieja data: nosotros comisionamos una primera obra a Eblis Álvarez, el compositor y director de Meridian Brothers, en 2015. Fue un cuarteto de cuerdas interpretado por un cuarteto de cuerdas bastante relevante en la escena neoyorquina, y para esa ocasión Eblis compuso una obra que se llamaba “5 temas para películas”. La idea de este cuarteto se componía de cinco movimientos y se estrenó en el Teatro Colón.

Después se da otra obra con Eblis para un quint eto de maderas de Francia. Esta obra se llamaba “Nosotros frunciremos nuestro ceño”, una especie de fanfarria muy inspirada en las bandas del huayno del sur del Perú y la frontera con Bolivia. Un sonido lírico y solemne con bastantes microtonalidades, una especie de interacción rítmica entre los instrumentos, jugando con la percepción del tiempo, utilizando la polirritmia para lograrlo.

Entonces, Eblis nos comentó su interés por trabajar con músicas andinas, en ese caso el huayno del sur del Perú, pero ahora, con la Orquesta de Instrumentos Andinos se dio la idea de reinterpretar ritmos ecuatorianos para brindar un estilo cercano a lo que realizan.

¿Cuál fue el proceso de comisión? ¿Cómo se da el contacto entre Nova et Vetera y la Fundación Teatro Nacional Sucre?

SG.- En el caso de Ecuador, con la Fundación Teatro Nacional Sucre siempre hemos estado en comunicación. El contacto viene desde 2013. Hemos trabajado en conjunto y llevado grandes artistas al Teatro Nacional Sucre. Por ejemplo, la primera vez que llegó a Bogotá John Zorn, trabajamos con el Teatro Sucre que también lo llevó a Quito.

El proyecto para este Festival nació en un encuentro en el Bogotá Music Market. Ahí intercambiamos ideas de ambas partes y conocimos sobre el trabajo del Festival de Música Sacra de Quito y la Orquesta de Instrumentos Andinos como orquesta residente de la Fundación. Así fue planteado este proyecto, como una alianza binacional, en la que Meridian Brothers, este grupo tan especial e importante en la vanguardia colombiana, empiece a generar vínculos más fuertes con los países vecinos.

Entonces hablamos con Eblis, que tenía muchas ganas de escribir para este tipo de formato, después de un trabajo que habíamos hecho con Meridian Brothers en el Teatro Colón, con un montaje que se llamó El Gran Pájaro de los Andes, junto a un ensamble de cuerdas: en ese momento se plantearon unos interludios en los que el ensamble interpretaría arreglos hechos por Eblis, intercalados con piezas de Meridian Brothers. Este caso es similar con la Orquesta de Instrumentos Andinos.

¿Qué otros proyectos estás realizando?

SG.- Hay varias cosas en el radar para Nova et Vetera. Estamos haciendo exposiciones en contacto con varias salas en Colombia, tenemos el Festival “Colombia, un Cartel Contemporáneo”, que va a tener ediciones en Francia, México y en Sao Paulo, en el marco del Festival de Música Extraña. Vamos a tener diferentes artistas viniendo a Colombia: una exposición del Maestro Brian Eno, en el Centro Nacional de las Artes, en Bogotá. Nos movemos no solamente en conciertos y presentaciones en vivo, pero también nos estamos inclinando hacia las instalaciones de arte sonoro, buscando algo interdisciplinar. Por ejemplo, hicimos una ópera el año pasado, basado en el Apocalipsis de San Juan, con dos artistas colombianos.

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EBLIS ÁLVAREZ, Meridian Brothers

¿Cómo defines musicalmente a los Meridian Brothers? ¿qué búsquedas sonoras los impulsan?

EA.- Meridian Brothers ha cambiado con el tiempo, en sus 25 años de existencia. Sin embargo el proyecto  toma como eje el trasfondo cultural latinoamericano y sus diásporas.

Meridian brothers se debate entre extremos civilizatorios y locales. Plantea una propuesta de música que interpela los conceptos atados a la cultura de occidente y la ‘civilización’: un movimiento centralizador que destruye lo local y las ataduras a un lugar específico en el planeta.

Debemos mencionar las influencias de la música del caribe en sus distintas direcciones (de Cuba, New Orleans, hacia México, Sur América y el eco de esta onda), su pasado africano y su actualidad ligada a la vida en las ciudades.

¿Cuál es la historia de Meridian Brothers? ¿Quiénes son, cuándo empezaron, cómo se proyectan?

EA.- Meridian Brothers es un grupo de tropicalismo contemporáneo que se fundó en 1998 a partir de mis intereses, como un laboratorio musical proyectado a un reducido público y distribuido en formato cassette.

A partir de 2007, el proyecto toma vida en escena gracias a un grupo de amigos: María Valencia (vientos percusión y teclados), Eblis Álvarez (voz, guitarra y dirección), Mauricio Ramírez quien llegó a la banda en 2016, remplazando a Damián Ponce (Batería), Alejandro Forero (teclados), César Quevedo (bajo) y en la ingeniería de sonido, Alejandro Araujo (reemplazando a Juan Camilo Montañéz).

El grupo realiza sus primeros conciertos en 2008 en diferentes bares de Bogotá y en algunos festivales distritales y nacionales, y adquiere reconocimiento internacional a partir del lanzamiento de el cuarto disco de estudio “Desesperanza”.

El estilo del grupo hace parte del movimiento neotropicalista iniciado en Colombia a principios del siglo XXI. Las raíces de la agrupación se encuentran en el efímero proyecto Ensamble Polifónico Vallenato, donde sus miembros se dedicaron a experimentar con influencias de la música tradicional colombiana como el vallenato, la cumbia, bullerengue, formato de sexteto, formato de gaita, etc.

¿Cuál será su aporte en el Festival Internacional de Música Sacra de Quito? ¿Qué esperan del público?

EA.- Estamos muy felices de venir al Festival de Música Sacra. Nos parece muy especial lo que vamos a hacer con la Orquesta de Instrumentos Andinos. Este grupo de obras son compuestas directamente para esta ocasión. Es muy emocionante. Esperamos del público la atención a la variación de los estilos. Son dos formatos muy distintos: el de Meridian Brothers es más africano y con base percusiva, mientras que la Orquesta de Instrumentos Andinos es más melódica. Habrá mucho contraste.

¿Cómo se da la realización de las obras que estrenarán con la Orquesta de Instrumentos Andinos, cuál fue el proceso creativo?

EA.- El encargo de estas obras fueron hechas en conexión con Nova Et Vetera, grupo que promueve proyectos culturales en Colombia. Se compusieron tres obras: “Preludio de las cruzadas futuristas”, “San juanito ¿Dónde está Dios?” Y “Ascensión funeraria y fiesta”. La idea de estas obras fue lograr una depuración de ciertos lenguajes melódicos andinos, también el encuentro con varios aires que tienen un eje común en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, pero también ciertas diferencias. Hubo un enfoque particular en el san juanito y ciertos valses tradicionales ecuatorianos para la escritura de estas piezas.

¿Han realizado otro tipo de colaboraciones similares?

EA.- Hemos hecho varias colaboraciones, por ejemplo, con un conjunto de cámara de París, el grupo El Balcón; también con el Cuarteto de Cuerdas QArte de Colombia, y hemos hecho apariciones teatrales, por ejemplo, una obra que se llama “El Pájaro de los Andes”. También hemos hecho colaboraciones con artistas a manera de remix y mezclas en estudio de grabación.

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JORGE CELA, Orquesta de Instrumentos Andinos

¿Qué se ha preparado para la inauguración de FIMUSAQ?

JC.- La idea del programa, es que la Orquesta de Instrumentos Andinos toque 3 piezas compuestas y alternadas con canciones del grupo Meridian brothers. Eblis Álvarez compuso en total 5 intervenciones, 3 de las cuales son con nuestra orquesta sola y dos en conjunto con el grupo.

Las obras tienen como punto de partida muchas de las fórmulas melódicas que encontré en San Juanitos, Valses criollos, huaynos y otras danzas andinas en general, ya sea de música tradicional ecuatoriana o moderna de los años 70 (sobre todo para órgano, bandolines, guitarras, etc), así como en huaynos peruanos para cuerda, banda… Sin embargo, la idea estética es una toma de estas melodías puestas en una postura «desenfocada», una suerte de textura que sugiere una atadura profunda con el estilo, pero dividida y descompuesta en partes pequeñas.

¿Cómo se están preparando el concierto?

JC.- Hemos empezando haciendo lecturas para comprender el lenguaje en el que fueron planteadas las obras, con ensayos individuales y de fila. Ahora estamos ya en el montaje con la orquesta completa.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Meridian Brothers?

JC.- Ha sido una experiencia muy enriquecedora: la orquesta vuelve a hacer un montaje de obras en este lenguaje musical contemporáneo luego de al menos 10 años de haber trabajado las obras del Maestro Mesías Maiguashca. Por lo tanto fue un nuevo reto que hemos disfrutado y estamos muy contentos con el resultado.

¿Qué expectativas y experiencias se dan con esta propuesta musical que inaugura FIMUSAQ 2023?

JC.- Es muy importante reconocer que el formato de nuestra orquesta necesita de quienes se interesen y escriban para ella, por lo tanto encargar obras es una necesidad que permitirá acercarse a nuevos lenguajes y músicas, algo vital para el desarrollo de nuestra orquesta.

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