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LA COSTA VERDE, ¿VÍA EXPRESA O MALECÓN?

Por Aldo Facho Dede, arquitecto urbanista.

Malecón de la Costa Verde. Fuente: PeruConstruye

08/11/2022

Estamos próximos a iniciar una nueva temporada estival y volvemos a mirar a la Costa Verde de Lima (CV) como ese espacio desaprovechado de playas y equipamientos recreativos para la metrópoli. La realidad es que, en los últimos años, si en algo se ha avanzado es en hacer de la vía expresa una vialidad más eficiente para esquivar el tráfico y poder conectar los distritos costeros y el Callao, destacándose la conexión con el puerto y aeropuerto, para lo cual se viene proyectando un viaducto elevado por la avenida Santa Rosa. Esto es consecuente con el origen de la CV en su extensión actual: ser un malecón autopista que descongestione la ciudad, para lo cual se volcó en el litoral la tierra extraída de la construcción de la Vía Expresa Paseo de la República (1967). Desde entonces, lo único que ha funcionado decentemente bien en la CV es la vialidad, pues es gestionada por una única entidad: EMAPE, que depende de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

“En los últimos años, si en algo se ha avanzado es en hacer de la vía expresa una vialidad más eficiente para esquivar el tráfico y poder conectar los distritos costeros y el Callao.”

Por otro lado, los espacios públicos existentes y ganados fueron entregados a los distritos, quienes deben gestionarlos en el marco del Plan Maestro que debe elaborar la Autoridad del Proyecto Costa Verde (APCV). Dicha entidad tiene competencias de planificación, más no tiene autoridad real para hacer cumplir el plan, o recursos invertir en los diversos espacios. El resultado es el que vemos: pequeñas intervenciones aisladas y desmembradas que, lejos de generar un gran espacio público accesible, equipado y seguro, intentan mantener “para la vista”, o sacar provecho económico con concesiones. Esto es comprensible, pues los distritos cuentan con recursos limitados para el mantenimiento e inversión en los espacios públicos locales, y, evidentemente, van a priorizar las intervenciones que impacten en el día a día de sus vecinos. Por otro lado, las concesiones y el uso recreativo de las playas generan flujos no compatibles con la condición de vía expresa de la Costa Verde, generando, sobre todo riesgos para los peatones y pasajeros de los vehículos. En síntesis, tenemos una vía expresa que no termina de funcionar como tal, por flujos no compatibles con la función para la cual fue diseñada, y un gran espacio público y paisajístico fragmentado e inaccesible, mal aprovechado y privatizado por sectores.

“En síntesis, tenemos una vía expresa que no termina de funcionar como tal, por flujos no compatibles con la función para la cual fue diseñada, y un gran espacio público y paisajístico fragmentado e inaccesible, mal aprovechado y privatizado por sectores.”

El problema de fondo es que no nos hemos puesto de acuerdo sobre qué rol debiera cumplir la Costa Verde en la visión de desarrollo de la metrópoli. Por ahora, el que ha primado es el de vía expresa, pero ¿debemos resignar tan importante espacio para uso exclusivo de los autos? Evidentemente no, pero ¿tenemos cómo derivar los importantes flujos que actualmente recorren la vía? Pareciera que tampoco. ¿Existe alguna solución? Si, debemos separar los flujos vehiculares de la vía expresa de los que se dirigen a los espacios públicos. Para ello, debemos apostar por generar mejores conexiones peatonales desde el malecón alto, seguras e inclusivas, para que las personas se trasladen sin mayor esfuerzo, superando la barrera de la vía expresa con plazas que la cubran parcialmente. Todo ello debería estar asociado a desarrollos comerciales similares a Larco Mar, que financien su construcción y mantenimiento, aportando valor y seguridad a su entorno.

“Debemos separar los flujos vehiculares de la vía expresa de los que se dirigen a los espacios públicos. Para ello, debemos apostar por generar mejores conexiones peatonales desde el malecón alto, seguras e inclusivas, para que las personas se trasladen sin mayor esfuerzo, superando la barrera de la vía expresa con plazas que la cubran parcialmente.”

Esta gestión demanda visión, capacidad de gestión y liderazgo, y la entidad que cuenta con las competencias y escala para abordarla es la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), a través de la ACPV; pero nada se podrá hacer sin la participación de los distritos involucrados, la sociedad civil y el sector privado, quienes deben ver en este sueño una oportunidad para generar valor y negocios, a la vez que aportan a la construcción de una mejor ciudad para todos. En ese sentido, la MML ha propuesto la creación del Parque Nacional Metropolitano Costa Verde, en el marco del Plan de Desarrollo Metropolitano al 2040, si bien no se han dado mayores detalles, se puede deducir de dicho nombre que se estaría buscando aglutinar los espacios hoy fragmentados en un solo gran proyecto, y bajo una única entidad responsable, como sucede con la vía expresa. Esto nos permitiría resolver los problemas de gestión antes mencionados, pudiendo abordar tan importante espacio natural como un único gran espacio metropolitano.

“La MML ha propuesto la creación del Parque Nacional Metropolitano Costa Verde, en el marco del Plan de Desarrollo Metropolitano al 2040, si bien no se han dado mayores detalles, se puede deducir de dicho nombre que se estaría buscando aglutinar los espacios hoy fragmentados en un solo gran proyecto, y bajo una única entidad responsable, como sucede con la vía expresa.”

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