Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Las imágenes que nunca antes habíamos visto de Nino Bravo

'Imprescindibles' batió récord de audiencia con su documental de Nino Bravo: 5,7% de share y 825.000 espectadores
Nino Bravo con su hija, imágenes recuperadas en el archivo de TVE
Nino Bravo con su hija, imágenes recuperadas en el archivo de TVE
RTVE
Nino Bravo con su hija, imágenes recuperadas en el archivo de TVE

Siempre queda algo por descubrir. Incluso cuando crees que ya está todo hecho y rehecho, la vida siempre sigue descubriendo. También sucede, a su manera, en las tripas del Archivo de RTVE, esa especie de réplica audiovisual de la España de los últimos casi setenta años.

Incluso cuando pensamos que ya hemos vivido y revivido todas sus imágenes, una y otra vez, aparecen sorpresas en rincones sin catalogar. De nuevo, lo ha evidenciado el emocionante documental sobre Nino Bravo, que ha estrenado Imprescindibles de La 2 esta semana y en el que se recuperan grabaciones olvidadas del cantante. La más poderosa: él con su primera hija, recién nacida. El documental muestra, de hecho, cómo cincuenta años después aquella niña ve por primera vez esas imágenes. 

"Después de encontrarlas, las llevamos a la grabación con las hijas de Nino sin decirles que se las íbamos a mostrar. Sospechábamos que no las habían visto, pero no estábamos seguro al 100 %. Nos bastó ver la cara de Amparo cuando le pasamos el iPad para saber que, efectivamente, era la primera vez que las veían. El momento fue tremendamente emotivo, también para nosotros porque al valor documental de las imágenes se sumaba la emoción de darle a una persona unas imágenes del día de su nacimiento junto a su padre. De hecho, al terminar la secuencia, se me quedó grabado que nos dijeron que "les habíamos hecho el regalo del año". Curiosamente, después de aquella grabación, Amparo y Eva, las hijas de Nino, decidieron guardar silencio durante meses (lo rodamos en noviembre) sobre la existencia de esas imágenes para darles la sorpresa a sus familiares en el preestreno que celebramos este viernes pasado en la Filmoteca de Valencia. Y así lo hicieron", explica el guionista Miki Blanco que ha dirigido el documental junto a una de las mejores realizadoras de TVE, Pilar Ávila

La imagen restaurada de un Nino Bravo tímido junto a su bebé es el punto álgido de un documental que no necesita ni cebos ni entonaciones engoladas ni grandilocuencias para enganchar. Lo importante es hilar bien la historia. Y 'Nino Bravo: vivir' la narra con tres virtudes de la televisión: claridad, concreción y empatía. Se nota que es una producción propia hecha dentro de esa RTVE artesanal, en donde se prima más creer en la inteligencia del espectador que quedarse en los efectos especiales del espectáculo del sensacionalismo que no va a ninguna parte y que tanto abunda ahora en el género documental. 

Así 'Nino Bravo: vivir' acerca a particularidades menos explicadas del cantante, releyendo su intensamente corta trayectoria con fragmentos audiovisuales que no sólo definen cómo era él, sino cómo éramos todos.  Pero, ¿cómo podía ser que hubiera imágenes de Nino Bravo todavía sin rescatar? Entonces, no se etiquetaban las grabaciones como la precisión actual. No había una cultura de "documentar". Era más fácil de lo que parece perderse en bobinas y brutos de grabación.  

"Ha sido ensayo-error, haciendo la búsqueda a la inversa. Conociendo muchos sitios donde había estado Nino, probamos a pedir que digitalizaran muchos documentos (estaba todo en cine) donde sospechábamos que podía haber algo. En la mayoría de aquellos disparos al aire no salió nada, pero en dos de ellos hubo suerte; apareció la imagen de él con la hija y también las de Nino en el festival de Knokke, que incluyen esa versión de Un beso y una flor que nunca se había visto, y también las de él en la bicicleta y en el escenario del festival. Lamentablemente, estas últimas estaban sin audio - por entonces se grababa por separado audio y vídeo, y el audio se había perdido-", me cuenta Miki Blanco que recuerda que "hasta hoy se pensaba que sólo existían unas imágenes en color de Nino Bravo, que eran las del vídeoclip original rodado en Mallorca de Un beso y una flor), y ahora están también estas".

Porque hasta 1973 Televisión Española no instaló el color en su rutina de grabación, mismo año en el que murió en accidente de trádico Nino con sólo 28 años. El domingo se cumplió medio siglo de la tragedia. El aniversario del fallecimiento sirvió como percha para el estreno del documental. Cómo se plasma el fatal accidente de Nino es otra de las lecciones del documental. Como aquellas actuaciones de Nino Bravo, que dejó en aquella TVE en la que sabían que para grabar una canción no sólo bastaba con cantar y había que interpretar una historia con creatividad. Con la sensibilidad de no tener que subrayar lo que no hace falta subrayar.  

Mostrar comentarios

Códigos Descuento