Con una vertiginosa oleada de ritmos, colores y sones que expresan la viva imagen de México, los ballets han preservado por años una de las tradiciones de mayor antigüedad en la cultura mexicana: la danza folklórica.
Desde antes de la llegada de los españoles, para los pueblos que habitaban México, la danza ritual era parte importante en la vida cotidiana. En ella se reflejan ritos, cultura y tradiciones que han evolucionado durante el paso del tiempo.
La danza folklórica mexicana siempre ha existido. Es parte de la identidad cultural e histórica de México.
"Es mucho más que entretenimiento, es historia convertida en arte, es un puente entre el pasado y el presente que no divide sino todo lo contrario une y conecta a las nuevas generaciones con sus raíces, su identidad y el lenguaje cultural a través de las danzas", señaló Ana Bonilla Carreño, maestra, investigadora y directora de Ollin Yoliztli Dance Academy de Phoenix.
Por su riqueza en tradiciones, sonidos e historia también es importante compartirla con otras culturas para mostrar que como seres humanos se tiene mucho en común folklóricamente hablando.
Los religiosos que evangelizaron estas tierras trataron de suprimirlas, pero, en vista de lo arraigadas que estaban, las fueron adaptando o cristianizando, dándole así nuevos significados.
“En la época prehispánica, antes de la conquista las danzas eran diferentes, no había esa influencia, esa es la diferencia, ellos la aprendieron por abuelos, padres, también había un rango y tenían que ganárselo o los escogían desde que nacían”, señaló Bonilla Carreño.
Después de la colonización-mestizaje empiezan a crearse, fusionarse, siempre teniendo el toque de los mexicanos, y así es como se crean los bailes mestizos y creativos.
“Se conectan en el momento en que viene la colonización. La danza prehispánica ya estaba, cuando llegan los conquistadores con la influencia europea, de diferentes países no nada más españoles, vinieron franceses, polacos, checos, árabes, entonces hay una conexión ahí. Y ha ido evolucionando”, dijo.
Bonilla Carreño, de 58 años y graduada de Bellas Artes, asegura que, como investigadora, pudo estudiar el porqué de las danzas prehispánicas indígenas.
“Ahí te das cuenta de que venían, los movimientos que ellos ocupaban tenían un porqué, esto es muy profundo, los círculos, porque hacían los cuatro puntos cardinales, entonces al estudiar eso tienes una idea de cómo se van a formar las coreografías, que continúan hasta hoy día”, señaló.
El baile tradicional viene de la herencia, de cómo lo traspasaron de los abuelos a los papás, luego a los hijos y nietos, entonces esta es la tradición. La única diferencia es el tiempo, añadió.
Identidad en Estados Unidos
Uno de los valores principales que buscan inculcar los maestros de ballet folklórico en Arizona es la pasión por el baile, las tradiciones, cultura, pero sobre todo que no pierdan su identidad las nuevas generaciones nacidas en este país.
“Siento que la identidad es muy importante en nuestra cultura mexicana. A las nuevas generaciones se nos olvida de dónde venimos y esa sería mi meta: identificar ‘quién eres tu’, a través de la danza”, aseguró Héctor Daniel Moreno, maestro de danza de Phoenix.
En sus viajes a México, Moreno notó la importancia de tener una identidad propia. Los estados y ciudades creaban sus propios bailes para diferenciarse de otros y establecer las costumbres y tradiciones de su región y mostrarlas al exterior.
“Mi madre me ayudó con mi identidad y eso lo aprecio mucho, porque naciendo en Estados Unidos sabemos que lo más cercano que vamos a aprender, si no estás con papás mexicanos, es del lado chicano y yo siempre digo que soy chicano, pero al mismo tiempo me gusta poder enseñar lo más que pueda de nuestras raíces, porque ellos están intentando lo mejor que pueden, para poder decir ‘esto es lo que somos’”, recalcó Moreno.
Para Giselle Ramírez Cartagena, estudiante de la Universidad de Arizona en Tempe, bailar le da felicidad, además de ejercitarse.
“Con eso tengo salud física y mental. Cuando vengo al ensayo me relajo. Para mí la danza es algo fácil, que no necesito pensar mucho porque puedo escuchar la música, agarrar mi falda y al comenzar a bailar todo es más fácil para mí”, asegura.
La pasión por el baile lo heredó de su madre, sin siquiera saberlo.
“Cuando mi hija estaba chiquita comenzó jugando soccer, ballet, tap y todo eso, y cuando ella miró una presentación de folklore, yo no le había dicho que bailaba, me dijo ‘mami yo quiero bailar eso’ y yo super emocionada. La llevé a un grupo comunitario en Scottsdale. Un día nos estábamos mudando de casa y saco todo mi vestuario que guardaba en un closet y me dice ‘¿mami qué es todo esto?’ entonces le dije ‘lo que tu bailas, yo también lo bailo’ y ella super emocionada. ‘¿Cómo que tu bailas esto y no me habías dicho?’ Yo no quería que se sintiera presionada de porque yo soy bailarina ella también tenía que hacerlo”, recordó Vanessa Ramírez, fundadora, directora y bailarina del Ballet Folklórico Quetzalli.
Denise Aguilera, de 15 años y de padres mexicanos, lleva 7 años practicando el baile y lo que más le gusta es su conexión con México. “Yo nunca he ido a México y cuando la maestra nos dice de donde viene el baile y la historia, así me siento más conectada con México”, dijo.
A Jaiden Silva, de 11 años y estudiante de Ollin Yoliztli Dance Academy, un video en youtube le cambiaría su forma de ver el baile.
“Comencé a bailar a los 4 años. Cuando vi un video en youtube de bailarines bailando la canción de la película de ‘Coco’ le dije a mi mamá ‘yo quiero hacer eso’ y aquí estoy, aprendiendo todos los días”, recordó.
Para Sergio Alexis Soto Martínez, bailarín de Ballet Folklórico Quetzalli, de 20 años y con solo un año y medio bailando, la danza tiene su propio encanto.
Oriundo de Chihuahua, Chihuahua. Soto Martínez comenzó a bailar motivado por sus mejores amigos, quienes ya tienen varios años practicándolo. Con su preparatoria de México participaron en concursos donde quedaron campeones regionales, estatales y en noveno lugar a nivel nacional.
Vestuario y bailes populares
En la época prehispánica los vestuarios para las danzas se hacían con elementos de la naturaleza.
“Los vestidos podrían haber sido de pieles de animales, las pinturas se sacaban de los colores de las frutas o las flores”, dijo Bonilla Carreño.
Cuando llega el mestizaje a México, se comienzan a utilizar colores y vestidos más grandes y llamativos.
“La danza se divide en tres: en la tradicional, en la creativa – mestizaje- y la danza contemporánea que es donde se ponen unos vestidotes y colorzotes, que ya son más contemporáneos y creados para show”, puntualizó Bonilla Carreño.
Los bailes más populares son los charros, que son más elegantes, le siguen las polkas con diferentes estilos y vestuarios como los de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, y por último los huapangos y jarochos, que son de Veracruz y Tamaulipas.
Su conexión con el mariachi
La danza folklórica y el mariachi se llevan de la mano en muchos de sus bailes, ambos son artes originarias de México.
"Cada estado tiene sus canciones y bailes tradicionales, y en muchas ocasiones la música de danza folklórica (en especial lo más moderno) ocupa música de mariachi. Pero la danza folklórica es por supuesto más antigua y arraigada a los tradiciones de México y no todos los bailes son al compás de la música de mariachi, así como no todas las canciones de mariachi se bailan", aseguró Bonilla Carreño.
Para Ramírez, la conexión va mucho más allá.
"La conexión entre el mariachi y el folklórico es única, muy especial porque 'al son que nos toquen bailamos', ellos tocan nuestra música y nosotros armonizamos con nuestros zapateados, nuestro faldeo, es un complemento muy especial entre mariachi y la danza folklórica", dijo.
Es por eso que el Ballet Folklórico Quetzalli ha tenido el honor de participar con algunos de los mariachis más grandes del mundo, como lo son El Mariachi Vargas, El Mariachi Sol de México, Mariachi Los Camperos, Mariachi Nuevo Tecatitlán, la cantante Sandra Guevara, además de los mariachis locales como Sonido de México y El Mariachi Tesoro de Tucson, así como Colibrí de Susy García de Los Ángeles. En 2019 participaron con Aída Cuevas.
Además han participado en el Congreso de la Asociación Nacional de Músicos Folklóricos de EEUU que se han realizado en diferentes estados. También han formado parte de conciertos de mariachi en Las Vegas.
Cada año, a principios de octubre, se realiza el Festival de Mariachi en el Chandler Center of the Arts (250 N Arizona Ave, Chandler, AZ 85225), donde el Ballet Quetzalli participa. Para esta ocasión Sandra Guevara será la artista principal de la noche.
“Es un concierto que se hace en la Ciudad de Chandler con C.A.L.L.E (Cultura, Arte, Legado, Liderazgo y Educación) de Arizona y por medio de esa organización hacemos talleres de música, mariachi para jovencitos y talleres de folklore", señaló Ramírez.
Este año se realizará el sábado 2 de octubre a las 7:00 p.m. Las personas que compren boletos VIP podrán presenciar de una experiencia única a las 5:00 p.m, previo al festival. Para adquirir sus entradas visite www.chandlercenter.org o llame al 480-782-2680. Todo lo recaudado será donado en becas universitarias.
'Sonidos de Mi Tierra'
Ollin Yaliztli Dance Academy presenta por primera vez su Festival de Gala Folklórico 'Sonidos de Mi Tierra' el sábado 2 de octubre a partir de las 6:30 pm en el Kroc Performing Arts Center Address (1375 E Broadway Rd, Phoenix, AZ 85040).
"La idea es hacer un evento para que la gente se enriquezca de las tradiciones y nos conozca. Se llama ‘Sonidos de mi Tierra’ porque queremos que la gente se profundice y pueda sentir lo que es la danza mexicana y la tradición", señaló Bonilla Carreño.
El evento comenzará con un paseo por la época prehispánica donde tocarán una canción que se creó para para esta ocasión llamada ‘Sonidos de mi Tierra’, con el que incorporarán bailes mayas, después se sigue con Veracruz, una danza azteca y al final una creativa maya.
"Después seguimos con los mestizos, donde se puede ver la fusión. Como la cuadrilla de 'Torreón a Lerdo' donde se ve realmente como se está bailando, también tenemos el 'Xochipitzahuatl' donde se ve como lo hacían, con la canción en nahuatl, y al mismo tiempo se ven los colores que se pusieron después para las bodas", compartió Bonilla Carreño.
Continuarán con las Fiestas Patrias, bailes, polkas, un pequeño mariachi tocará en el escenario.
"Vamos a cerrar con el Día de Muertos, con una coreografía especial que no las vas a encontrar en youtube, es un amigo foklorista que es investigador también y la creó para un altar grande y a mí encantó y me dijo 'te la presto' y entonces voy a cerrar con esa", añadió Bonilla Carreño.
Los boletos del festival tienen un costo de 15 dólares y los puede adquirir llamando al 602-515-1293.