Dayrí Blanco
90 centímetros de largo por 60 de ancho. Ese es el espacio físico con el que cuentan María, Juan, Pedro y Carlota al nacer. Solo eso. Ahí lloran y se enfrentan al mundo por primera vez. Juntos. No tienen otra opción en medio del déficit de equipos que existe en la Maternidad “Dr. José María Vargas” que obliga al personal a hacinar hasta cuatro neonatos en una incubadora.
Cada recién nacido tiene una patología diferente. Pero eso no importa. El contagio de infecciones queda rezagado ante la crisis. Entre 20 y 25 partos solo en la noche se atienden en la emergencia, relató Mariluz Polanco, enfermera de la sala de partos. Pero solo hay 10 incubadoras operativas que por lo general están en la sala de cuidados intermedios y en hospitalización. 15 equipos de estos están fuera de servicio por falta de repuestos.
Tampoco hay incubadoras de traslado ni bombas de oxígeno y por la falta de insumos y equipos muchas parturientas son remitidas. “No hay cómo ingresar a los pacientes ni a recién nacidos de cuidados especiales”.
Precio de la escasez
La atención no es gratuita en esa maternidad. La nuera de Fanny González tiene tres días internada por complicaciones al final del embarazo. Espera iniciar trabajo de parto pronto, mientras sus familiares ya han gastado nueve mil bolívares solo en medicinas.
Entre cuatro y seis frascos de solución 0,9% le solicitan a cada paciente y se consigue en el mercado informal en mil 500 bolívares cada una. También es necesario al menos una al 5% y otra 0,45% que cuestan dos mil 500, Pitocin para el trabajo de parto que se consigue en seis mil y la lista de requerimientos no está completa sin las compresas en las que se gastan hasta dos mil bolívares.
Todo esto por la falta de insumos. Pero eso no es todo. David Torrealba, vicepresidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo, advirtió que el laboratorio no funciona. Estudios básicos como serología, electrolitos, contaje de plaquetas y hematología deben hacerse en centros privados a precios que pueden llegar a rozar los 10 mil bolívares.
En total se puede gastar hasta 27 mil bolívares sin incluir la comida porque el servicio de alimentación para el paciente también está suspendido.
Insalubridad
Parte del personal de este centro protestó la mañana del jueves para exigir mejores condiciones. El 70% del sistema de aire acondicionado está dañado, lo que ocasiona un estado de insalubridad, denunció Julio García, presidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo.
No hay químicos para desinfección, ni bolsas para la recolección de desechos biológicos como placentas. “En la parte posterior de la maternidad hay cerca de 20 toneladas de basura desde hace 10 días, y en espacios internos como quirófanos y sala de partos hay moscas. En menos de un metro cuadrado hay zancudos en las diferentes áreas”. Denunció que los colchones para el descanso de las enfermeras en guardia nocturna no sirven.
El gremio dio un plazo de 10 días a la directora del centro, Lourdes Hernández, para que solvente al menos el 50% de esas condiciones.
