Hace una década, el operario de montes Emilio Pérez decidió cumplir su sueño y, a la vez, elaborar un "plan B" para tiempos de crisis. Así surgió este laberinto plantado por él y ayudado por familiares y vecinos. Tras diez años cuidando de esta plantación de cipreses, el Laberinto de Villapresente se ha convertido en una de las atracciones turísticas más peculiares de Cantabria.
Con una buena orientación –y suerte– puedes tardar unos 30 minutos en encontrar la salida entre este entramado de cipreses leylandi, con una superficie de 5625 metros cuadrados. Y con mala suerte y mucha paciencia, hasta 1 hora vagarás perdido por sus pasillos de poco más de 1 metro de ancho formados setos de más de 2 metros. Y para los que no tengan ni buena orientación, ni suerte, ni paciencia, hay salidas de emergencia y guías de apoyo siempre dispuestos a rescatar a los aventureros desesperados. ¿Nos perdemos?