CELEBRITIES
Subastas
A la venta, una de sus listas

El lado menos conocido de Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a 1.200 judíos

Actualizado
Foto de archivo de Oskar Schindler.
Foto de archivo de Oskar Schindler.

En cada siglo hay ángeles y demonios que pasan a la historia. En el XX, Oskar Schindler pertenece al primer grupo y Hitler, al segundo. Entre la llegada al poder del líder nazi y hasta su muerte unos días antes del fin de la II Guerra Mundial ejecutó, según los expertos, a alrededor de seis millones de judíos. Entre los que sobrevivieron destaca el empresario Oskar Schindler, artífice de salvar a unos 1.200 judíos que, a lo largo de las décadas, han venerado su nombre. Ellos y sus descendientes.

Una de las cuatro listas originales de Schindler, que tan sabiamente popularizó Steven Spielberg en la oscarizada La lista de Schindler (1993) protagonizada por Liam Neeson (71), Ralph Fiennes (61) y Ben Kingsley (79), ha salido a la venta por 1,8 millones de dólares a través de la empresa Moments in Time. Está fechada el 18 de abril de 1945, consta de 14 páginas, contiene 801 nombres y pertenecía a un coleccionista que la compró a los descendientes de Itzhak Stern, el contable de Schindler.

Nacido en 1908 en Moravia -actual República Checa-, el protagonista de esta noticia poseía bastantes aristas que podrían sintetizarse en los siguientes calificativos: afiliado al partido nazi, católico, bebedor empedernido, amoral y mujeriego. Se casó a los 20 años con Emilie Pelzl a las seis semanas de conocerla, pero el matrimonio estaba abocado al fracaso ya que él era conocido por sus juergas con otras mujeres hasta altas horas de la madrugada. Incluso llegó a tener dos hijos ilegítimos, Emily y Oskar, a los que solía ignorar. El historiador David Crowe asegura que "era un hombre corpulento y seductor que bebía mucho y era muy mujeriego".

Fotografías y documentos encontrados dentro de la maleta de Oskar Schindler, entre ellos, la famosa Lista de Schindler.
Fotografías y documentos encontrados dentro de la maleta de Oskar Schindler, entre ellos, la famosa Lista de Schindler.BERND WEISSBRODDPA

Por increíble que parezca, Oskar Schindler llegó a afiliarse en 1935 al Partido Alemán de los Sudetes (SDP) vinculado al partido nazi y durante algo más de dos años ejerció como espía para el servicio de inteligencia alemán. Pero tan pronto se dio cuenta de las verdaderas intenciones de la cúpula que gobernaba Alemania decidió proteger a los judíos, especialmente, a los que trabajaban por un salario irrisorio en su empresa de vajillas, esmaltados y cacharros de cocina. Finalmente produjo munición. Atesoró una gran fortuna.

El hecho de que fuera un bebedor compulsivo le benefició considerablemente, ya que al tener una alta tolerancia al alcohol salía de fiesta con altos oficiales nazis que terminaban contándole todos los secretos mientras a duras penas se tenían en pie. Eso le permitió elaborar un plan para salvar a la mayor cantidad de víctimas cercanas al ghetto de Cracovia. De puertas para afuera, Schindler era el prototipo del bon vivant que lucía elegantes trajes cruzados, corbatas de seda italiana, siempre iba inmaculadamente peinado, poseía un exquisito don de gentes, fumaba desmesuradamente y estaba obsesionado por la búsqueda constante del goce y el placer en todos los sentidos.

Convertido y recordado como un héroe, al acabar la contienda migró a Argentina junto a su esposa y su amante donde el matrimonio intentó sobrevivir creando una fábrica de gallinas ponedoras, luego lo intentaron con un criadero de nutrias... pero todos los negocios fracasaron. Agobiado por las deudas y sin saber muy bien qué hacer, abandonó a su esposa en la provincia de Buenos Aires para instalarse en Francfort en 1957. El matrimonio nunca más volvió a verse, Emilie tuvo que hacerse cargo de las deudas y Oskar sobrevivió gracias a las donaciones de organizaciones judías hasta su fallecimiento en 1974. Es el único enterrado en el cementerio católico del Monte Sion de Jerusalén al ser un Justo entre las Naciones