Este miércoles, el cantante argentino Fito Páez (59) llegó a Chile para actuar en el prestigioso Festival de Viña del Mar. Un certamen en el que ya ha participado cuatro veces, logrando domar -con talento e inteligencia- a su tan temido "monstruo". "La primera vez que me invitaron y me dijeron que al público de Viña le decían 'el monstruo', dije '¡qué hermosura! Me va a recibir alguien parecido a mí' y así fue. Es por eso que siempre vengo feliz", contó en una rueda de prensa, en la que también habló de dos de sus últimos proyectos: su autobiografía, bautizada como Infancia y juventud, y una serie producida por Netflix llamada El amor después del amor.
"La primera vez que me ofrecieron la idea, me pareció absurda. Pero justo comenzó la pandemia... Un editor de Planeta, en Argentina, me decía hace años 'escribí tu biografía' y yo le decía '¿para qué? No le va a importar a nadie. El universo sigue su curso con o sin esto'. Y cuando llegó el confinamiento, el editor empezó a relamerse, diciendo 'este no va a poder escapar'. Y claro, ahí estaba yo, suelto, en mi casa, con 24 horas disponibles por día. Y empecé a escribir la autobiografía... Fue una experiencia alucinante. Y sobre ese texto comenzaron a escribir algunos de los capítulos que va a sacar la serie pronto y que esperemos que estén altura del libro", comentó, posteriormente, a LOC.
De acuerdo con Paéz, Infancia y juventud es "una reescritura de algunas de sus anécdotas". Una recopilación de momentos, que no tiene otra intención que revisitar "lo que cree o imagina sobre su vida". Así, el cantante habla sobre un curioso episodio, donde "casi muere ahogado por un 'minitsunami'", un concierto con el que Charly García cambió su destino, algunas de sus borracheras y muchas de sus "montañas rusas", provocadas por dos tristes sucesos: la muerte de su madre, cuando él tenía solo ocho meses, y el asesinato de dos familiares.
El 13 de marzo de 1963, en Rosario, Margarita Zulema Ávalos, música de profesión, parió un niño llamado Rodolfo Páez. Ávalos era pianista, además de profesora de aritmética y álgebra. Aunque su hijo nunca llegó a conocer todas sus facetas, porque, el mismo año 63, Margarita murió a causa de un cáncer de hígado. El futuro cantante se crío bajo el alero de su padre y de su abuela Belia Zulema Ramírez, quien -de acuerdo con diversas biografías- fue la encargada de enseñarle música. Además, Fito encontró otro gran apoyo en su tía abuela Josefa Páez, quien lo crió como si fuese su propio hijo. "Ellas eran como mis madres", ha dicho el intérprete en numerosas ocasiones. Pero la vida también se las arrebató.
De acuerdo con los periódicos de la época, el 7 de noviembre de 1986, tres mujeres fueron asesinadas en Rosario: Belia Ramírez, de 76 años, Josefa Páez, de 80, y su asistenta Fermina Godoy, de 33, que estaba embarazada. Según las noticias, las tres mujeres fueron disparadas por dos desconocidos, Walter y Carlos Di Gusti. El móvil del asesinato continúa siendo confuso. Y es que no parece que se tratara de un accidente, un robo o un ajuste de cuentas... Lo que sí se sabe es que Fito y Walter se conocían la infancia.
"Mi abuela y mi tía eran las personas que más quise... Y aún no puedo creer esta cosa loca que ha ocurrido... Y no lo entiendo. Es muy poco lo que puedo decir, con todo el lío que tengo en el mate [en la cabeza]. Vine a contar cómo vivía mi familia en su casa, porque puede servir a la investigación. Vine a contar cómo vivían esas maravillosas mujeres", señaló el ídolo a la prensa, después de enterarse en la noticia en Río de Janeiro y viajar, junto a su entonces novia, la cantante Fabiana Cantilo. Su musa y salvadora. Sobre todo, en sus momentos de mayor depresión.
"Después del incidente, todo dejó de tener sentido. Mataron a tu familia, ya está. ¡Mi papá había muerto hacía un año! Entonces entrás en unos mambos que no tienen explicación. Ni la psiquiatría puede hablar sobre qué le sucede a una persona que queda afectada de esta manera", reveló Páez en una entrevista el año pasado. Sin embargo, Cantilo logró sacarlo de ese bucle. "Una tarde, Fabi me sacó de la cama, me agarró de los pelos, me puso en un auto y me llevó a la sala de ensayo en Caballito. Eso es salvarle la vida a alguien. Ella lo hizo y no fue la única vez", manifestó.
Por otro lado, en su autobiografía, Páez también se refiere a otros grandes amores. Entre ellos, la actriz Cecilia Roth, con quien se casó en 1999 y se separó en 2002. "Todas las compañeras con quienes tuve vínculos de novios o maritales terminaron dejándome. Les doy la derecha. Que Dios las bendiga. Madres de musas, dueñas de grandes caracteres, firmes convicciones y, sobre todo, infinita paciencia. Porque todas esas heroínas del amor tuvieron que convivir con un niño que tenía una madre muerta", escribió Paéz en Infancia y juventud, que ya está disponible en España, en formato e-book.
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