El colombiano Álex Campos, de 45 años, es uno de los artistas referentes de la música cristiana. Tiene más de 20 años de trayectoria. A lo largo de su carrera ha obtenido cinco premios Grammy Latino, cuenta con 17 discos lanzados, el más reciente es Renovado, entre otros logros.

Ecuador fue el primer país al que salió como cantante hace 25 años. Recuerda que Quito fue la primera ciudad que visitó. En abril pasado estuvo en el país para ofrecer un concierto en La Libertad, ahora retorna para presentarse en un concierto gratuito en Machala, este martes 14 de junio. El escenario será la explanada frente al IESS, a partir de las 20:00.

Álex Campos 'derrocha amor' por Ecuador

Antes de su arribo a Ecuador para la presentación en la capital orense, Campos conversó con este Diario y compartió algunos detalles sobre su música, la razón por la que dejó su natal Colombia para radicarse en Estados Unidos junto con su familia, el cariño que tiene por Ecuador, entre otros temas.

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Este martes 14 de junio tendrá nuevamente un reencuentro con su público de Ecuador, llegará a Machala ¿qué marcará la diferencia en este concierto?

La diferencia de este concierto en Machala es que estamos en un evento muy importante con grandes artistas y creo que la cuota musical hacia Dios trae algo especial en el marco de este festival. Creo que el mundo está viviendo tiempos tan complicados, tan llenos de guerras, de divisiones, que dedicar un día en medio del festival para cantar a Dios, para elevar una oración a través de la música sana y creo que eso enmarcará este festival y va a ser un día que la gente va a recordar en Machala.

Tiene una conexión especial con Ecuador, fue el primer país al que salió de Colombia como artista hace 25 años, ¿qué recuerdos tiene de su primera llegada a territorio ecuatoriano, a qué ciudad llegó?

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Ecuador fue el primer país que visité y siempre voy a tener ese sentimiento de agradecimiento de felicidad, de emoción de salir de tu país. Yo creo que cuando uno sale de su país te pintas en la cabeza de cómo será la comida, la gente, sus casas, su arquitectura, tantas cosas, y yo me llevé una grata sorpresa porque Ecuador son nuestros hermanos. Me acuerdo comer en las calles sino estoy mal se llama menestra, comer en las calles públicas, en las carpas, a la hora de la noche ir y pedir arroz con lentejas. Varias noches, en esas noches de promoción el primer lugar al que fui fue a Quito, y estuve ahí como por quince días haciendo promoción, visitando diferentes lugares, comiendo mucho arroz con lentejas. Siempre voy a estar agradecido con Dios por volver a Ecuador.

Con más de 20 años en la música, cuenta con 17 discos y el más reciente es Renovado, nombre que también lleva su gira. Hubo un proceso de renovación en su vida artística durante la pandemia que de alguna manera marca un antes y un después, ¿cómo ha vivido este proceso?

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Creo que la pandemia a muchas personas o a la mayoría les resultó un momento difícil, de reinventarse, que esa fue la palabra de moda. En mi caso fue renovarme, porque uno como artista pasa mucho tiempo fuera de casa y estar un año completo en mi casa, alimentándome del amor de mi esposa y de mis hijos me renovó. Este disco (Renovado) hace parte un poco de ese tiempo que estuve en casa. Yo no me reinventé, básicamente yo me renové en Dios y estoy disfrutando este tiempo de una forma especial, porque me llené mucho de ellos.

El 14 de febrero de este año dejó su natal Colombia y se trasladó a Estados Unidos y no fue una decisión que la tomó de la noche a la mañana, la analizó por dos-tres años, ¿cuál fue la razón que lo llevó finalmente a irse junto con su familia?

No fue una decisión fácil irme a Estados Unidos. Yo, al ser una persona que le pide mucho a Dios dirección... Pedí mucho a Dios que realmente fuera más que un sentimiento sino más como una guía de Dios. Sabemos que hay algún propósito más allá de nuevas canciones y nuevos productores, músicos diferentes. En Estados Unidos hay un propósito especial de parte de Dios para mi vida y mi familia. Yo creo que no puedo hablar como un cantante, artista, solista, sino yo soy una persona que representa la familia y mis hijos y mi esposa tienen tantas cosas que dar, que este paso lo estoy dando por ellos y va a ser algo muy especial en mi vida y nuestra vida como familia.

¿Cómo han sido estos meses de vivir en Houston, que ahora ya sobrepasan los 40 días que fueron en su momento de prueba?

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No han sido fáciles. Creo que el cambiar de país, cultura, comida, gente, no es algo fácil y más cuando no era lo que soñabas. Yo no soñaba con vivir en Estados Unidos, si fuera así, hace muchos años atrás lo hubiera hecho, porque tengo la facilidad. No ha sido fácil, es un proceso y todo proceso tiene sus altibajos, hay que tener mucha paciencia, pero bueno entendiendo poco a poco que Dios va al frente de nosotros.

Tiene una amplia trayectoria, cinco Grammys Latino, giras, discos, etc., ¿qué más podría ocurrir en su carrera musical al estar en EE. UU.? ¿Qué falta aún por alcanzar?

Creo que el estar en Estados Unidos me da la oportunidad de comenzar a trabajar con productores americanos, gente del medio musical anglo, abrir nuevos escenarios, nuevos horizontes. Seguramente el cantar en inglés o el interactuar con artistas americanos va a ser algo que viene en mi carrera y no solamente en inglés, creo que también el portugués viene. Este es un país en donde encuentras muchas nacionalidades y muchas oportunidades, así que bueno creería que viene en estos próximos años mucha música con colaboraciones ahora americanas.

Foto: Cortesía

Recientemente estrenó Agua y como en todos sus temas hay una combinación de los diferentes géneros musicales con la palabra de Dios, ¿de qué manera se logra que esta mezcla se convierta en música y el público reconozca el estilo de Álex?

Agua es una canción muy especial, la escribí con Andrés Castro, uno de los productores más importantes en Colombia, un gran escritor. La escribimos, la produjimos juntos. Tiene mi sello, mi poesía, mi lírica y lo que la gente está acostumbrada a la fusión de ritmos. Esta es una canción entre la música guasca, el son cubano y un poco mezclado con los beats urbanos, musicalmente me pareció espectacular y especial el recrear musicalmente la historia de Jesús y la samaritana, y el video llevarlo a uno futurista. Es una de mis canciones favoritas hoy.

Usted se ha convertido en un referente de la música góspel, ¿en qué momento se encuentra actualmente el género?

El género cristiano/góspel creo que ha venido creciendo en los últimos años, la industria a puesto sus ojos allí en la música, en los nuevos talentos y la misma necesidad de que el mundo necesita de Dios. No es algo místico o irracional entender que este mundo y nuestra vida, nuestras familias, nuestra vida interior necesita de Dios y la música es una herramienta de parte de Dios y la gente poco a poco lo ha ido entendiendo y eso lleva a que la gente la consuma y que las grandes empresas siempre tengan sus ojos donde la gente y las masas comienzan a voltear su mirada y sus gustos.

Uno de los influenciadores en gran parte de la humanidad es Dios, ¿de qué manera lo ha hecho en la vida de Álex?

Dios va a ser el influyente más grande de nuestras vidas si nosotros abrimos nuestro corazón a que lo sea, porque Dios no puede influenciar tu vida si no lo permites. Yo creo que Dios no puede reinar en este mundo es porque nosotros como creación y como hijos no lo hemos dejado. Nosotros mismos formamos nuestras propias leyes y de hecho aún las leyes de la Biblia día a día las vamos anulando, vamos diciendo: ‘no, esto no me parece, esto es antiguo, esto ya no’ y le vamos quitando de ese poder a Dios de nuestras vidas, cuando nosotros permitimos abrir nuestro corazón, él influye en tu vida en el 100 %, tu familia, tu interior, tu entorno y él es la persona más influyente en mi vida.

En el videoclip del tema No dejes que caiga, la protagonista es la actriz Ana María Estupiñán (La niña), ¿qué tuvo de especial para que fuera Ana María y qué experiencia le dejó trabajar con su compatriota?

Ana María es una gran artista, la conozco hace varios años, es una mujer de fe, que interpretó muy bien a aquellas personas que contemplan en su cabeza el suicidio. El suicidio que es hoy por hoy una de las situaciones más críticas que vive el mundo actual, con índices de suicidio impresionantes. Y queríamos con esta canción que fuera una oración de parte de muchos de ellos, diciéndole a Dios no dejes que caiga, sostenme tan fuerte que nunca me suelte de ti. Sé que para Ana María fue especial y representó algo especial en algunas de sus semanas difíciles que vivimos todos nosotros como seres humanos. (I)