A modo introductorio, la información conocida en las últimas horas señala que “no es novedad que la categoría de cervezas artesanales ha crecido notablemente en los últimos tiempos, sin embargo no todos conocen cuales fueron aquellas marcas que dieron los primeros pasos dentro del país contribuyendo a que la misma se afianzara y cobrara el gran impulso que hoy expone”. Y añade: “Dentro de aquel universo de pocas ofertas, Blest ha sido, sin duda alguna, su referente más directo. Nacida en 1989 en Bariloche, en una época donde reinaban las marcas masivas e industriales, Blest propuso, desde su origen, una refrescante alternativa basada en la elaboración de recetas originales e ingredientes naturales de altísima calidad que le permitiría al consumidor explorar nuevos sabores y aromas, redescubrir la cerveza yendo a sus orígenes más remotos y enamorarse, por qué no, de una bebida que combina magia, creatividad y mucha pasión”.
Blest, un legado que se corporiza en la visual de cada una de sus variedades
En el comunicado se destaca que “cuando los fabricantes decidieron finalmente dar el gran salto y renovar su imagen se propusieron una consigna muy clara: ‘Había que elevar aún más la percepción cualitativa de Blest y con ella contribuir a dar un mayor impulso al universo craft argentino’. Desde los recursos gráficos hasta las estructuras compositivas tenían que decirle al mundo que no se trataba de un simple producto de consumo masivo apoyado en un imaginario divertido o informal, tampoco que pretendía ser para unos pocos, ni buscaba emitir mensajes de contracultura o rebeldía como lo habían hecho otras marcas anteriormente sino que su mensaje debía centrarse en un serio y auténtico compromiso con su expertise. Blest debía manifestar desde una gráfica equilibrada y muy cuidada el espíritu pionero de ‘ir más alla’, aquel que impulsó a la marca desde su origen y que la convierte, hoy, en un referente de calidad premiado internacionalmente”.
Luego se enfatiza que “ante la búsqueda de tales objetivos los dueños de la cervecería decidieron contratar al estudio especializado en branding y packaging estratégico Pierini. La razón? Por un lado, Pierini es el referente más importante de la región en temas proyectuales (especialmente cerveceros) desde hace más de 20 años y, por el otro, comparten con Blest el mismo principio de excelencia tanto en los procesos como en los resultados”.
En relación al desafío proyectual que debían afrontar, Adrián Pierini, director y diseñador del estudio comentó: “No muchas veces tenemos la oportunidad de trabajar en marcas icónicas, es decir aquellas que marcan rumbo y sintetizan todo el espíritu de una categoría. Cuando Franco Lapenna, CEO de la empresa, nos vino a ver charlamos mucho sobre como se había comportado Blest hasta ahora, cuáles eran sus proyecciones a futuro, que la distinguía de su competencia y que aspectos de su personalidad deseaban potenciar. Nunca en tantos años de profesión había recibido por parte de un cliente un mensaje tan claro de respeto y cuidado hacia su historia y eso nos motivó sobremanera”.
Conceptos y recursos a la altura de las marcas Craft más reconocidas a nivel mundial
En el texto de difusión se subraya que “el proceso de diseño duró casi un año y a través de todo ese tiempo se desarrollaron decenas de rutas que conducian a Blest a las más diversas direcciones conceptuales (este recorrido es un proceso que habitualmente realiza Pierini con todos sus clientes con el fin de ratificar o transformar el posicionamiento inicial). La solicitud de la marca era llevar su imagen a una percepción de calidad superior por lo que todos aquellos bocetos preliminares que se focalizaban en diversión, paisajes, informalidad, etc. fueron descartados dando lugar a un camino estético autodefinido como ‘clacisismo formal’, es decir, aquel que combina la elegancia de lo clásico con la tradición implícita en la estética vintage”.
En ese sentido, puntualizan que “surgió entonces una identidad totalmente renovada que no ignoró ciertos rasgos caligráficos de su logotipo original aunque ahora se verían mucho más modulados y con mayor peso visual. Adicional a ésto se le incorporó un subrayado con reminiscencias retro que la sumó personalidad y contribuyó a reforzar ese imaginario de actitud pionera característico en Blest. En cuanto a los packagings los mismos integran un sistema bien definido caracterizado por una placa central en cuyo interior se dispusieron distintos tipos de informaciones, priorizando a través de una ubicación central los datos más relevantes (marca, estilo y origen) y dejando a un segundo nivel todo lo considerado secundario (descripción del producto, por ejemplo)”.
Si Blest es un referente de lo auténtico el diseño debe poseer el mismo principio.
Blest es simplemente auténtica, se elabora artesanalmente sin el agregado de conservantes ni cualquier otro producto químico que pueda “contaminar” la pureza con la que fue concebida. Su agua de montaña, los lúpulos y frutos patagónicos, la cebada especialmente seleccionada son parte esencial de cada una de sus recetas.
Por esta razón se buscó que la nueva imagen posea al menos 2 características que respeten esa misma concepción de producto:
1-Hacerla tan original como fuera posible, es decir que tanto su layout como sus viñetas e ilustraciones no fueran de catálogo (…y es por ello que, además de su diseño original, todo el fileteado interno fue realizado especialmente como asi tambien las ilustraciones referenciales del dorso).
2-Mostrarse honesto y reforzar su vínculo con el consumidor en cada mensaje ( …y es por esa razón que los packagings en cada uno de lo sabores poseen en su reverso notas de cata y curiosidades cerveceras como un modo simple y atractivo de compartir un poco de ese apasionante mundo).
“No quisimos que nuestros packagings digan “somos uno más, ábrelo, tómalo y tíralo” Queríamos que desde su cuidada estética y sus mensajes hablen del respeto que tenemos hacia nuestro público, que dejen ver entre líneas nuestro saber y fundamentalmente nuestra obsesión por continuar siendo la mejor cerveza craft del país”, agregó en relación a este punto Franco Lapenna.
Cada variedad de Blest porta un concepto.
Desde la paleta cromática hasta los motivos que visten cada una de las variedades poseen un significado pertinente.
Los recursos que identifican a cada uno de los sabores no fueron puestos por azar sino que están íntimamente ligados a la historia, tradición o simbolismo de los mismos. La “IPA” por ejemplo, posee de fondo una trama de tejido hindú como símbolo del país en el cual se originó, la variedad “Bock”, por otro lado, posee una representación sintética de las pesadas rejas monacales de la Alemania del siglo XIV ámbitos en los cuales se creó y difundió, la Pilsen en cambio se vistió de rombos blancos y celestes como tributo al estado alemán de Baviera, lugar emblemático del universo birrero global, y los ejemplos siguen y siguen.
Al cierre se recalca que “Blest, a través de la notable renovación creada por Pierini, expone un fenómeno altamente positivo consistente en el deseo de jerarquizar la categoría. Las cervezas craft están adoptando decisiones estratégicas claves para su crecimiento y van afianzándose día a día como una oferta más que deseable, refrescando el mercado y ofreciéndole sobre todo al joven consumidor todo un universo de nuevas experiencias en los que aromas y sabores únicos se combinan para ser descubiertos y disfrutados. Larga vida a Blest, larga vida a su historia de lucha y a todos sus esfuerzos que finalmente han dado sus frutos, larga vida a su espíritu innovador que hoy vuelve nuevamente a marcar tendencia y larga vida, por que no, a toda la categoría de cervezas artesanales que a través de su constante crecimiento, contribuyen a diversificar el mercado y a proyectarlo hacia un futuro tan venturoso como inspirador”.
