Miles de fieles, de diversas nacionalidades, celebraron en Santiago al Señor de los Milagros

El cardenal de Santiago Ricardo Ezzati y el obispo de Ica, Héctor Vera presidieron la misa en la conmemoración del Señor de los Milagros de las Nazarenas en la catedral de Santiago, el pasado domingo.

La mayor fiesta religiosa extranjera en nuestro país contó con una multitudinaria presencia de inmigrantes, sobre todo de la colonia peruana residente en nuestro país. Casi tres mil personas realizaron la procesión de 3 kilómetros, desde la catedral hasta la Parroquía Latinoamerícana, acompañando a la imagen de Cristo en la Cruz, de una tonelada de peso.

(FOTO: Juan Vásquez)
(FOTO: Juan Vásquez)

Una de las características de esta procesión son las alfombras de flores que adornan el paso del Señor de los Milagros. La principal estuvo a la salida de la Catedral y hubo otras cuatro que marcaron el paso de la imagen por 12 estaciones.

Para Fernando Carrión, Mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros, se mostró feliz por la participación de los fieles. «Pertenezco hace seis años a la Hermandad y he visto como año a año este evento ha ido creciendo», afirmó.

Alejandro Rodríguez, Vicecónsul de Perú en Santiago de Chile, tambien pertenece a la Hermandad del Señor de los Milagros desde hace tres años. Como hermano, nos comenta que «para nosotros es super especial todo esto. Estar lejos de nuestro país y poder celebrar de esta manera al Cristo moreno y compartir nuestra fe con una sociedad que nos ha acogido de tan buena manera es impagable».

EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Cuenta la historia que una imagen de Cristo en la cruz fue pintada por un esclavo angoleño, al parecer llamado Benito o Pedro Dalcón, a mediados del siglo XVII, en una pared de adobe en un galpón donde se reunían para venerar al Cristo Moreno. Lo sorprendente es que el 20 de octubre de 1687, luego de que un violento terremoto arrasó Lima y Callao prácticamente ambas ciudades se desplomaron pero increíblemente la pared donde estaba pintada la imagen quedó en pie.

(FOTO: Juan Vásquez)
(FOTO: Juan Vásquez)

Este hecho originó el inicio del culto y la devoción al Señor crucificado, la cual lamentablemente se vio oscurecida por diversos desordenes y actos paganos por lo que las autoridades de la época decidieron borrar la imagen de Cristo crucificado. Sin embargo, según cuenta la historia, nadie logró realizar la tarea encomendada porque el obrero encargado empezó a subir la escalera para borrar la imagen, sufrió una fuerte convulsión, que lo echó a tierra desmayado. Otro hombre, que pretendía seguir con el trabajo, quedó con el brazo paralizado y el tercer hombre que se atrevió a intentarlo, cuando estaba a pocos metros de la imagen, vio como esta cambió de colores y se iluminó, quedando aterrado. Con todo esto, las autoridades se atemorizaron al punto de revocar la orden.

Al saber las personas lo sucedido lo sucedido, los devotos de la localidad edificaron una modesta capilla, donde colocaron en un altar la imagen con el nombre de El Señor de los Milagros. Su fama se extendería aún más luego que el 28 de octubre de 1687, un maremoto destruyó el puerto del Callao, incluyendo a la pequeña capilla, pero nuevamente el Señor crucificado no sufrió ningún rasguño y quedó de pie, lo mismo que acontecería el 28 de octubre de 1746, cuando un nuevo terremoto derribó la reedificada capilla y el monasterio, pero la imagen milagrosamente otra vez quedó sin daño alguno. Con todo esto, el culto al Señor de los Milagros sufrió un gran incremento, incluyendo a limeños de todas las razas y niveles sociales. Ante esto, intervino el Virrey Amat y Juniet, quien ordenó construir un nuevo templo para la imagen e hizo pintar en ella al Padre Eterno y al Espíritu Santo.

Así, por primera vez salió en andas por las calles de Pachacamilla. Desde entonces, todos los años miles de personas sacan la copia en la que es considerada la procesión religiosa más multitudinaria del mundo. Es más, “El Señor de los Milagros ” -como es conocida hoy la imagen-, es el Patrono del Perú, gracias a la perseverancia de los creyentes que anualmente siguen en procesión al Señor de los Milagros, cargado en sus veneradas andas, han hecho de esta devoción una de las mas grandes manifestaciones de la fe católica.

EN CHILE TAMBIÉN SE SIGUE LA TRADICIÓN

(FOTO: Juan Vásquez)
(FOTO: Juan Vásquez)

Esta devoción ha “emigrado” a varios países del mundo, junto a las comunidades de migrantes peruanos. En Santiago de Chile, la Procesión se realiza anualmente el último domingo de octubre, integrando a devotos de varias nacionalidades, unidos por el fervor y la devoción al Señor de los Milagros.

Desde 1992 hasta 2003, se realizó la tradicional Procesión del Señor de los Milagros en Santiago por las calles aledañas a la Parroquia Italiana y Latinoamericana Nuestra Señora de Pompeya, ubicada en Av. Bustamante 180, Comuna de Providencia. A partir de 2004, la Procesión ha extendido su recorrido desde la Catedral Metropolitana hasta la referida la Parroquia Italiana y Latinoamericana. Hoy la Hermandad cuenta con filiales en Valparaíso e Iquique y crece año a año. Fernando Carrión señala que «las puertas de la Hermandad están abiertas para todos los fieles. Todos quienes quieran pertenecer a ella, pueden acercarse la parroquia y solicitar su ingreso como aspirante. El único requisito es la fe», finaliza.

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