Camilo Sesto, pionero: con él llegó el escándalo

Repasamos algunos de los aspectos de la vida de Camilo Sesto en los que el artista alcoyano fue un pionero, sin importarle el qué dirán de la sociedad española.

Camilo Sesto con Concha Velasco en 1975.

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Fue uno de los primeros ye-yés

“Es un memo mental, melenudo musical, pero ya me encargaré yo de desmelenarlo”, le amenazaba José Luis López Vázquez a Camilo Sesto –que por entonces todavía era Camilo Blanes–, en Los chicos del Preu (1967). Al final de la cinta, el padre entraba en razón y le compraba a su hijo una flamante Fender Telecaster color crema, guitarra inusual en la época de la autarquía franquista. Y es que Camilo fue un pionero en los ritmos modernos con conjuntos como Los Daysons y, especialmente, Los botines, grupo que vivió su mejor momento artístico cuando él se incorporó como vocalista y con los que participó en la película Hamelin de (1969).

Desafió la censura arriesgando todo su patrimonio

En 1972, Camilo Sesto asistió a una representación de Jesucristo Superstar en Londres y, desde ese momento, tuvo claro que quería hacer su propio montaje de la obra en España. Tres años más tarde, con el dictador todavía vivo, Camilo decidió arriesgar todo su patrimonio para estrenar en el Alcalá Palace la versión española de la obra de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice. Para ello invirtió más de doce millones de pesetas de la época, que estuvieron a punto de esfumarse por la intransigencia de la censura a la hora de otorgar los permisos para el estreno de la obra y las amenazas de los Guerrilleros de Cristo Rey, que ya habían boicoteado el estreno de la versión cinematográfica de Norman Jewison unos meses antes. “Si montan su ‘numerito’, no les servirá de nada” declaraba Camilo a ABC días antes del estreno. “La obra seguirá adelante. A mí no me asustan esos… de los ‘guerrilleros’”. No sabemos si lo hizo con segundas, pero Los Guerrilleros era también el nombre de una famosa zapatería madrileña.

Jugó con su ambigüedad sexual

Camilo fue uno de los artistas más apuestos del pop español. Era alto, guapo y estaba atractivo vistiera lo que vistiera. Desde unos pantalones ultraceñidos, a unas camisas desabotonadas, abrigos de pieles o el traje talar de la Palestina del siglo I. Además, sus canciones románticas, podían hacer referencia tanto a amantes femeninos como a amores imposibles entre personas del mismo sexo. En ese sentido, Camilo fue lo más parecido a un David Bowie español –con permiso de Tino Casal– que, en la España del franquismo, enamoraba por igual a hombres y a mujeres. De hecho, fueron muchos los que afirmaron que sus supuestos romances con Lucía Bosé, con Andrea Bronston o Ángela Carrasco no eran más que tapaderas para ocultar su homosexualidad. Él nunca afirmó ni desmintió nada aunque, en uno de sus últimos éxitos, mandaba un mensaje a aquellos que no tienen nada mejor que hacer que fiscalizar las vidas de los otros: “No quiero ser / La cara oculta y fría del placer / Ni alguien que controle a los demás / Sonrío a sus manías / Y al final me salgo con la mía. […] Mola mazo ser tal como soy”.

Fue padre soltero

En mayo de 1984, la revista ¡Hola! publicaba en exclusiva que Camilo Sesto era padre. El niño, al que Camilo llamaba en broma 'Camilo Séptimo', era fruto de una relación del cantante con una fan mexicana llamada Lourdes Ornellas. En declaraciones al periodista Jesús Carrero, el artista afirmaba: “Ante todo quiero aclarar dos cosas: que el niño ha sido intencionado, es decir, querido. Querido por mí y por su madre. Es fruto del amor y de mi intención de ser padre. Y, segundo, que no me pienso casar. Está todo muy aclarado y muy explicado entre la madre de mi hijo y yo”. No era la primera vez que el cantante mostraba su deseo de tener un hijo. En noviembre de 1981, la revista Lecturas publicaba en portada unas declaraciones de Camilo en las que aseguraba: “A veces echo más en falta un hijo que una mujer”.

Abandonó su carrera para criar a Camilo Jr.

En marzo de 1987, también a través de la revista ¡Hola!, Camilo Sesto anunció que dejaba la canción. Aunque apenas hacía dos años había arrasado en las televisiones y escenarios de Países Bajos, Alemania e incluso Japón con el tema My Love, interpretado junto a Audrey Landers, el artista decidió tomarse un descanso. “Dejo de cantar para siempre y no porque me esté muriendo, como dicen, sino porque quiero vivir de otra manera”, explicaba Camilo a ¡Hola!, después de que algunos medios hubieran publicado que el artista estaba enfermo de sida y/o muriéndose de cáncer. Después de varios años alejado de los escenarios en los que había sido, en palabras suyas, “el ‘pamá’, o sea, el padre y la madre de Camilín”, volvió a retomar su carrera artística.

Conocía 'Harold & Maude' mucho antes que tú

Antes de que la película de Hal Ashby se convirtiera en una cinta de culto entre los modernos, Camilo Sesto ya había participado en la adaptación española de la obra de Colin Higgins que hizo José López Rubio y dirigió José Tamayo en el Teatro Bellas Artes en 1975. El artista alcoyano firmó la canción principal de la obra que llevaba por título Harold & Maude, claro.

Hizo canción protesta disfrazada de balada romántica

A diferencia de otros artistas de la época, Camilo Sesto nunca se significó ideológicamente. En 1975 declaró que “sinceramente, no estoy definido políticamente. Creo que mi carrera y mi vida privada deben quedar al margen de este tipo de cosas”, aunque, también dijo que, puestos a definirse políticamente, “soy del centro-centro”. A pesar de esta tibieza, en esa misma entrevista publicada por ABC, Camilo Sesto elogiaba a Raimon por sus “ideas claras" su “personalidad insobornable” y valoraba el compromiso artístico de Ovidi Montllor, al tiempo que opinaba que Víctor Manuel “está un poco desorientado”. Ante semejantes afirmaciones, la periodista Ángela de la Yglesia le preguntaba la razón por la que había grabado Melina, canción dedicada a Melina Mercouri, actriz que tuvo que exiliarse de su Grecia natal por la Dictadura de los Generales. “Melina es muy actual. Es una mujer muy del día, liberada. Muchas de las otras canciones que he escrito son simplemente canciones de amor. […] Quiero hacer en cada momento lo que esté sintiendo. Si quiero cantar otra Melina, nadie me lo impedirá”, respondía el artista.