Así era Julio Iglesias cuando jugaba al fútbol en el Real Madrid antes de cumplir los 20

“Hace 55 años mi vida cambió para siempre. Estudiaba leyes, jugaba al fútbol en mi equipo del alma con los juveniles, y un accidente frustró todas mis ilusiones. Pero ese accidente, como digo siempre, juntó mi alma con mi cabeza y empecé a vivir una aventura que aún no ha terminado”, publicaba Julio Iglesias en su cuenta de Instagram este verano.

Y es que el cantante, desde pequeño, tenía un sueño, que no tenía nada que ver con la música. Julio Iglesias soñaba con ser futbolista y estaba en vías de conseguirlo (jugó en el Real Madrid, como portero, durante casi cuatro años: entre 1959 y 1963) cuando el destino cambió su rumbo de manera radical.

Sin embargo, como relataba Chábeli en ‘Lazos de sangre’, la noche antes de cumplir 20 años, el 22 de septiembre de 1963, sufrió el accidente de coche que le cambió la vida. “Se levanta un día y ve que no puede andar”, explicaba su hijo Julio José Iglesias. "Llegué a pensar que mi vida no tenía solución", declaraba el cantante. "Tuve un accidente más grave de lo que yo imaginé jamás y más grave de lo que la gente puede imaginar", confesaba.

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Meses después del accidente, explicaba Chábeli Iglesias, un coágulo “casi le lleva a la invalidez”. Como explicaban varios expertos, terminaría derivando en un tumor benigno en la espalda por el que podría haber perdido la movilidad totalmente, y que le provocaba un dolor “incompatible con la vida”.

Años después, en 1969, protagonizaría la película autobiográfica ‘La vida sigue igual’, que lleva el nombre de su primera canción, aquella con la que ganó el Festival de Benidorm por un capricho del destino y que supuso su entrada estelar en el mundo de la música.

En la película se interpreta a sí mismo, un joven portero suplente del Real Madrid que, tras su fatídico accidente, tuvo que renunciar a su sueño y colgar los guantes. Sin embargo, parece que estuviese escrito que Julio Iglesias tenía que ser una estrella. No en el fútbol, pero sí en la música.

Música a la que llegó, de manera totalmente inesperada, cuando tras el accidente, y teniendo que estar postrado en una cama durante meses, le regalaron una guitarra, como contaba él mismo en ‘Lazos de sangre’, y empezó a escribir canciones. Aunque no ganara partidos con su querido Real Madrid, el Bernabéu coreó su nombre como pocos futbolistas habrán podido escuchar en sus vidas, con llenos totales en sus conciertos de 1983 y 1989.