Américo Vespucio
El 9 de marzo de 1454, en la pujante ciudad de Florencia, nació Amerigo Vespucci. Sus padres gozaban de una buena situación económica y pudieron brindarle una muy completa educación. Entre los maestros de Amerigo sobresalió Giorgio Antonio, su tío, filósofo que impartía clases a la mayor parte de la nobleza florentina de aquel entonces. Además, el joven Amerigo estudió latín, literatura, física, geometría, astronomía y cosmografía y conoció a importantes humanistas de la Florencia renacentista.
Después de la muerte de su padre (1482), Vespucci entró al servicio de los Médicis, a la sazón la familia que dominaba políticamente Florencia y mantenía negocios en toda Europa. En 1491 fue enviado a Sevilla para trabajar junto a Giannetto Berardi en una casa comercial que los Médicis mantenían allí. Pronto se destacó como agente de esta empresa, la cual lideraría el negocio de aprovisionar los barcos que zarpaban a las Indias, entre ellos los de Cristóbal Colón. Por otra parte, Vespucci se ubicó cercano a la corte española, donde estableció contactos muy importantes para su futuro como navegante.
Al fallecer Berardi (1496), Amerigo Vespucci decidió incorporarse a las expediciones de exploración a los nuevos territorios que por entonces se estaban realizando. Hasta el día de hoy existen controversias acerca del número de viajes que el florentino habría emprendido rumbo a América; mientras unos sostienen que hubo cuatro travesías, otros creen que sólo hubo dos. En cuanto a las dos que no merecen duda alguna, la primera se llevó a cabo bajo el auspicio de los Reyes Católicos a partir de 1499. Este viaje era comandado por Alonso de Ojeda y recorrió las islas de Trinidad y Margarita, penetró el golfo de Maracaibo -donde un poblado indígena inspiró a los viajeros el nombre de Venezuela o pequeña Venecia- y alcanzó el estuario del río Amazonas. La otra aventura se inició en 1501, esta vez con el apoyo de Portugal, y llevó a Vespucci a bordear la costa oriental de América llegando incluso más allá del río de la Plata.
Como consecuencia de sus estudios y su experiencia en alta mar, Vespucci concluyó que había alcanzado un continente desconocido por Europa y no el territorio insular asiático como había creído Colón. Fue precisamente este hombre quien bautizó a América como Nuevo Mundo en célebres escritos como "Mundus Novus" (1504). Al alemán Martin Waldseemüller, por su parte, se debe la iniciativa de llamar "América" a este Nuevo Mundo en homenaje a Vespucci.
En 1505, el florentino se naturalizó en Castilla y León pasando a llamarse Américo Vespucio y se casó con María Cerezo. Por estos años la fama de Vespucio como marino y comerciante era tanta, que fue invitado a participar junto a cartógrafos y navegantes ilustres en la Junta de Burgos. Además, en 1508, recibió el título de piloto mayor de la Casa de Contratación creada en 1503 en Sevilla. En esta ciudad Vespucio pasó los últimos años de su vida, falleciendo en 1512.