La Biblioteca Nacional de Francia tras un proyecto de 15 años de renovación 

Consumar una identidad más contemporánea y un edificio de una complejidad acorde con la riqueza patrimonial de los espacios eran tan solo algunos de los objetivos.
Biblioteca Nacional de Francia Atelier Bruno Gaudin Architectes
Takuji Shimmura/Atelier Bruno Gaudin Architectes

Si viajáramos a París en este preciso instante, una visita a la Biblioteca Nacional de Francia conllevaría una grata sorpresa. Es que tras completar un proyecto de 15 años de renovación en dicho monumento, ¿quién no desearía redescubrir los tesoros de un lugar histórico después de una transformación semejante?

Desde 2007, Atelier Gaudin Architectes asumió la dirección general del proyecto con el propósito de consumar una identidad más contemporánea, ofreciendo, a su vez, un edificio de una complejidad acorde con la riqueza patrimonial de los espacios que lo caracterizan.

En todos estos años de trabajo le acompañaron EGIS, la oficina de proyectos para todos los oficios de la construcción, 8'18'', diseñador de iluminación, y Casso, consultor de seguridad. Para las zonas catalogadas, contaron con Jean François Lagneau y Michel Trubert, arquitectos jefes de Monumentos Históricos.

La Biblioteca Nacional de Francia tras un proyecto de renovación de 15 años.

Marchand Meffre/Atelier Bruno Gaudin Architectes

LA BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA POR ATELIER GAUDIN ARCHITECTES

El reto del proyecto para renovar la Biblioteca Nacional de Francia consistió en la búsqueda de una adecuación entre un edificio y un programa, búsqueda que se fue ajustando constantemente a lo largo de los 5 años de estudios y los 10 años de construcción de las 2 fases de la obra.

Durante las primeras visitas, desde Atelier Gaudin Architectes descubrieron espacios interiores de magna diversidad, signos de degradación, dispersión de la circulación, desniveles, callejones sin salida, y transformaciones a menudo erráticas que impedían comprender la multitud de espacios que representan una superficie de 69.000 metros cuadrados.

La primera fase de las obras (finalizada en 2016) se extendió a todos los edificios que dan a la rue Richelieu, y permitió poner las primeras piedras de la reorganización del sitio, mostrando el enfoque arquitectónico para restaurar la coherencia de la circulación y la distribución desde el sótano hasta el ático, con una demolición necesaria para crear 12 nuevos pasillos verticales que conectan hasta 14 plantas. 

Ver fotos: los 29 cuadros que hay que ver antes de morir

También se preservaron y reinterpretaron los espacios de gran valor, así como otros espacios no catalogados (estanterías, salas de lectura), buscando revelar las huellas de proyectos antiguos, y otorgarle nuevos usos a ciertos espacios. 

Desde Atelier Gaudin Architectes buscaron restaurar la coherencia de la circulación.

Takuji Shimmura/Atelier Bruno Gaudin Architectes

“La escalera conduce al primer piso, donde el largo vestíbulo se llena de luz. Magnifica las entradas al nuevo museo y a la sala de lectura de manuscritos y música enclavada en este precioso joyero. Aquí, la galería Mazarin y la Salle des colonnes, de la que se ha eliminado el entresuelo, albergan el museo de la BnF y el Departamento de Monedas, Medallas y Antigüedades”, señalan desde Atelier Bruno Gaudin Architectes en un comunicado. 

“En la perspectiva así creada, la galería acristalada conduce al lado oeste del recinto, hacia el departamento de artes escénicas. Aquí se puede descubrir su espacio de exposición y la galería Rondel, almacén de libros patrimoniales de Labrouste visible tras su alta pared de cristal. La galería acristalada ofrece vistas hacia el tejado y el cielo, con una visión sorprendente de las cúpulas de la sala Labrouste”.

Tal es así que para preservar la belleza de cada sala sin tener que entrar en los espacios silenciosos o de archivo, los arquitectos crearon numerosas estructuras acristaladas que ofrecen vistas, revelan estos espacios y facilitan la orientación en este vasto edificio. 

“La escalera conduce al primer piso, donde el largo vestíbulo se llena de luz".

Takuji Shimmura/Atelier Bruno Gaudin Architectes

Los arquitectos conciliaron en dicho proyecto la condición de lugar dedicado a la investigación con la de lugar concebido para acoger a un público más amplio y para nuevos usos. También crearon las condiciones necesarias para el descubrimiento de espacios con un alto valor patrimonial y para otros más modestos, pero igualmente interesantes para otros usos, como testigos de la historia de la biblioteca

Erigir nuevas distribuciones horizontales y verticales es también una intervención importante del plan, que marca un cambio fundamental en el conjunto de la organización del edificio y le confiere una coherencia global que antes no tenía, ofreciendo la posibilidad de un vasto vestíbulo pasante que se acompaña de la elevación de la nueva escalera principal en el centro de la composición.

De hecho, cada sala fue objeto de un proyecto en sí mismo, vestíbulos, espacios, salas de lectura, circulaciones, almacenes existentes para estanterías de libros conservados de los siglos XIX y XX, nuevos almacenes para estanterías, oficinas y talleres. 

La Biblioteca Nacional de Francia se abre por fin al gran público.

Marchand Meffre/Atelier Bruno Gaudin Architectes

"Hoy, tras 15 años de trabajo, el proyecto de la Biblioteca Nacional de Francia llega a su fin. Como indicaba el programa, el conjunto de arte, historia del arte y bibliotecas más importante de Europa se abre por fin al gran público", concluyen en un comunicado. 

SUSCRÍBETE AQUÍ a nuestra newsletter y recibe todas las novedades de Condé Nast Traveler #YoSoyTraveler